José Antonio Brun impulsa el proyecto en el vivero de Adecuara en Jaca
Cordero recental ansotano asado y listo para comer. Es el último producto que se ha creado en el vivero de empresas agroalimentarias de Adecuara en Jaca y ya se distribuye en cuatro puntos: Biescas, Ansó, Puente La Reina y la ciudad jacetana.
JACA.- Se trata del primer fruto de "Chenta Pirineo" (en ansotano,
Come Pirineo), una empresa que se instaló en el vivero hace tres meses y que
piensa ya en ampliar la distribución de este manjar montañés a Huesca
y Zaragoza.
Hace cuatro años que el fundador de la empresa "Chenta Pirineo", el
ansotano José Antonio Brun, comenzó a trabajar en este proyecto. Lo presentó
al Programa de Emprendimiento Agroalimentario del Instituto Aragonés de Fomento
(IAF) e incluso, fue seleccionado entre más de 40 iniciativas para la incubadora
de negocios del Basque Culinary Center, de San Sebastián.
Durante los últimos meses, los integrantes de la empresa han desarrollado las
pruebas de producto en las instalaciones de Adecuara en Jaca, unas infraestructuras
imprescindibles para que la iniciativa al final pudiera ver la luz. Y el pasado
mes de agosto, empezó la comercialización.
SU PRIMER PRODUCTO
"El lechal ansotano es el primer producto de un proyecto mucho más amplio
que es Chenta Pirineo, que nace o se empieza a gestar porque soy cocinero y en el
restaurante en Ansó empecé a ofrecer a los clientes la raza ansotana,
tanto el cordero, como el lechal", dijo Brun, que detectó que "había
un gran acogimiento y que interesaba a la gente". Por el momento, el empresario
salió al mercado con un único producto presentado en dos formatos: el
de ración, que se vende a 5-6 euros; y la paletilla entera, que cuesta 28-29
euros.
Ambos productos se pueden encontrar en seis comercios del entorno: La tienda de
Pyrene (Biescas), Conetica y Aladina (Jaca), La Pardina (Puente la Reina) y Panadería
Mendiara y Alimentación Nati (Ansó). Su meta es que Huesca y Zaragoza
se sumen a la red de distribución.
"Esto no es más que el primer producto de una amplia serie de productos
que van a llegar después, como el lechal asado o los embutidos de oveja",
manifestó el empresario, cuya ilusión es potenciar el cordero ansotano
y apoyar las razas autóctonas del Pirineo. "Si todo va según lo previsto
dentro del plan estratégico, se van a incorporar la raza tensina o la chisqueta.
También, vamos a intentar crear productos de latón de La Fueva o incluso,
pollo de Sobrarbe", adelantó.
UN MANJAR EXQUISITO
No cabe duda de que el recental es un plato exquisito, pues la oveja ansotana es
una raza autóctona y sigue una dieta muy especial. Los corderos lechales y
recentales se alimentan de leche materna y pastos naturales, lo que les da un sabor
agradable y suave, y una textura tierna y jugosa. Además, viven en semi-libertad
en Ansó y Hecho, en el Parque Natural de los Valles Occidentales.
Lo que diferencia al cordero recental y al cordero lechal es su peso. El primero
es de 8 a 10 kilos y el segundo puede llegar a 13 kilos y sale al mercado con un
máximo de 45 días de vida.
"Nosotros recibimos el cordero abierto en canal desde el matadero de Sabiñánigo.
Aquí, lo partimos y lo procesamos, preparando las raciones o la paletilla.
Luego, se le da un golpe de horno que deja el producto medio terminado. Se envasa
al vacío, se pasteuriza y se termina la elaboración", detalló
el empresario. A plena producción, se podrían hacer de 300 a 400 unidades
semanales.
OBJETIVO: CRECER
José Antonio Brun comenzó su aventura de "Chenta Pirineo" junto
a un conjunto de colaboradores (un tecnólogo de los alimentos, un equipo de
marketing y una persona que se encarga de desarrollar el modelo de negocio y la
estrategia). Su meta es crecer en los próximos meses.
"Ahora, que ha salido el producto al mercado, y en cuanto tengamos claro el
nivel de la producción y las necesidades que vamos a tener por delante, el
objetivo a corto plazo será tener a una persona que trabaje con nosotros. Y
si se cumplen los objetivos, en seis meses o un año, estar tres personas ya
trabajando, aparte del equipo de Chenta Pirineo", explicó.
"El objetivo de Chenta Pirineo es poner en valor y promocionar las razas autóctonas
del Pirineo", como dijo Brun, que se propone que "el ganadero pueda tener
una retribución mayor dentro de lo que es el valor de los corderos, para tener
un reconocimiento de su trabajo". Para ello, se compromete "en cuanto sea
posible, a destinar parte de los beneficios de Chenta Pirineo a apoyar e impulsar
proyectos orientados a la recuperación de las razas autóctonas".
Por último, el empresario agradece la cesión de las instalaciones a Adecuara.
"Es una oportunidad que dan para poner en marcha un proyecto sin tener que hacer
una gran inversión", dijo el ansotano, para el que "es muy interesante
poder desarrollar las "startup" agroalimentarias".
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