El Rotary Club de Huesca le entregó su máxima distinción por su brillante carrera
HUESCA.- "He hecho dos cosas increíbles en mi vida, una ha sido
dirigir más de cuarenta películas y la otra tener siete hijos. Con
el cine no he parado hasta ahora, lo de los hijos ya lo veo complicado, aunque nunca
se sabe".
Con estas simpáticas palabras ha agradecido este lunes el realizador oscense
Carlos Saura (Huesca, 1932) el premio que ha recbido por parte del Rotary Club
de Huesca de manos de su presidenta, Eva Álvarez.
El realizador altoaragonés, de 86 años, ha recogido la máxima
distinción rotaria 2017-2018 entre aplausos y haciendo gala de su buen
humor ante los muchos asistentes que se congregaron en el salón de actos de
la Diputación Provincial de Huesca (DPH).
No faltaron el alcalde Huesca, Luis Felipe, al que acompañaron otros miembros
de la corporación municipal, ni tampoco el presidente de la DPH, Miguel Gracia,
además de artistas como Teresa Ramón, miembros del Rotary Club de Huesca,
y vecinos y amigos que se acercaron a saludar a este ingenioso artista del séptimo
arte. Precisamente, Eva Álvarez comentó que se le ocurrió conceder
a Carlos Saura este diploma tras unas declaraciones en relación a la independencia
de Cataluña en las que el realizador aseguró que "Huesca tendría
que ser el centro del universo".
Al ser preguntado por esas palabras momentos antes de comenzar el acto, tras algunas
risas, Carlos Saura ha confesado que se trató de "una broma, pero
creo que eso no resultará suficiente para que me den este premio", ha comentado
derrochando de nuevo humor y sabiéndose autor de una filmografía heterogénea
y única dentro de la historia del cine español.
Después de la "gracieta", ha asegurado estar encantado de recibir
en su ciudad natal este homenaje al que ha asistido acompañado por su hija
Ana y que ha estado conducido por Manuel Tresaco, macero del Rotary Club de Huesca.
"Recibir una distinción como esta en la tierra en la que he nacido es un
orgullo. He estado en Huesca muchas veces, aquí me han premiado y es una
ciudad que me gusta mucho y vengo siempre que puedo porque soy oscense y nacido
en la calle Padre Huesca, número 2", ha recordado.
Sentado en uno de los sillones de la Sala Saura de la Diputación, ha afirmado
sentirse genial por recoger este premio. "Me sienta muy bien, ya me ves. Aquí
estoy, bajo este techo precioso que pintó mi hermano Antonio, a ver si
él me inspira", indicó.
Tras la entrega del premio, el público asistente disfrutó de la proyección
de la película El séptimo día, una cinta inspirada en los sucesos
de Puerto Hurraco que Carlos Saura rodó en 2004. De esta película, con
Juan Diego, José Luis Gómez y Victoria Abril como protagonistas, ha confesado
recordar poco. "Yo no veo mis películas. Las dejo abandonadas .
Así que tengo interés porque voy a ver lo que hice en aquel momento",
ha declarado.
Ha matizado que El séptimo día tuvo buenas críticas en su estreno,
"aunque a quien no gustó nada fue a los extremeños, que estaban
muy enfadados conmigo. Pero eso es una cosa que sucedió, es más el
guión no es mío", puntualizó. De todas formas, se mostró
indiferente ante la crítica "porque películas que me han dicho que
era un imbécil, ahora aseguran que son una maravilla, por lo que eso no es
muy fiable".
Actualmente, ha dicho, vive el cine como puede y tiene varios proyectos en mente,
que está "esperando que salgan".
"Uno de ellos es una película musical que quiero hacer en México,
que está ya en marcha, y la otra un proyecto en Estados Unidos, porque en España
siempre tengo problemas para hacer cosas", aseguró. Del cine, valoró
que ha sido una parte de su vida, "no sé si la única porque también
me ha gustado el dibujo, la fotografía y la escritura, etcétera. Hago
un poco de todo", ha explicado.
Entre sus proyectos inmediatos tiene pensado dirigir una obra de teatro en Madrid
y "quizá" el año que viene una ópera en Galicia. "No
voy a parar de dirigir cine y teatro, y de hacer cosas hasta que me toque, hasta
el último día", concluyó.
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