La embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, aseguró: "Venezuela es una llamada de atención" para el mundo sobre la necesidad de actuar frente a la corrupción
EFE/MARIO VILLAR 11/09/2018
NACIONES UNIDAS.- Estados Unidos presionó este martes en Naciones Unidas
al resto del mundo para que deje de cooperar con el Gobierno de Venezuela,
acusando al presidente, Nicolás Maduro, de liderar un "régimen
corrupto" que amenaza la estabilidad regional.
"Cualquier país que hace negocios con Maduro y su Gobierno está
dañando a propósito a los venezolanos", aseguró la embajadora
estadounidense ante la ONU, Nikki Haley.
La diplomática presidió una reunión informal del Consejo de Seguridad,
organizada por la delegación estadounidense para analizar la crisis venezolana,
que habitualmente no figura en la agenda de este órgano.
Washington ligó la cita a una sesión oficial, celebrada unas horas antes,
sobre los vínculos entre la corrupción y el estallido de conflictos.
Según Haley, "Venezuela es una llamada de atención" para el mundo
sobre la necesidad de actuar frente a la corrupción, pues ese tipo de
comportamiento por parte de autoridades termina desembocando en problemas internacionales.
"Hemos estado hablando de Venezuela desde hace mucho tiempo, ahora tenemos
que hacer algo sobre Venezuela", avisó.
La diplomática apuntó, en concreto, a los países que "están
dando apoyo a Maduro" y a aquellos que se están enriqueciendo gracias
al régimen: "tenemos que decir que ya basta", insistió Haley.
Estados Unidos pidió al resto de Estados que sigan su ejemplo e impongan
sanciones a funcionarios venezolanos, que les impidan el uso de sus estructuras
financieras y que investiguen movimientos sospechosos de capitales.
También llamó a buscar fórmulas para romper el "control"
que ejerce el Gobierno sobre la población gracias a la distribución
de alimentos y medicinas y solicitó que se detenga cualquier financiación
a las autoridades y empresas públicas, pues esos fondos terminarán siendo
"robados".
Las recomendaciones las hizo el subsecretario del Tesoro para Financiación
Terrorista, Marshall Billingslea, que denunció ante el Consejo de Seguridad
la "cleptocracia" en la que se ha convertido Venezuela.
"Bajo Maduro, la malversación, la corrupción y el fraude se han
convertido en toda una política económica, destinada a mantener la
lealtad de figuras del régimen que apoyan su continuidad", subrayó.
Entre otras cosas, Billingslea acusó al Gobierno de estar explotando ilegalmente
los yacimientos de oro del país para su propio beneficio y de "robar"
del sistema de distribución de alimentos a la población, articulado a
través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).
En la sesión intervino además la directora ejecutiva de la organización
Transparencia Venezuela, Mercedes de Freitas, quien denunció que el país
es "el ejemplo perfecto de la gran corrupción", con responsabilidades
al más alto nivel y total impunidad.
Varios países miembros del Consejo de Seguridad tomaron también la palabra
durante la reunión para dejar clara su preocupación por la situación
venezolana.
Entre quienes no participaron destacaron algunos como Rusia, China o Bolivia,
que el año pasado ya boicotearon una reunión parecida organizada por Estados
Unidos y que defienden que la cuestión de Venezuela es un asunto interno,
que no presenta una amenaza internacional y que, por tanto, no debe tratarse en
el Consejo de Seguridad.
La semana pasada, esos y otros países rechazaron con los mismos argumentos
la decisión de Washington de llevar ante el Consejo la situación en
Nicaragua.
Haley, mientras tanto, defendió que es obvio que la crisis en Venezuela está
teniendo un impacto fuera de las fronteras, principalmente con el éxodo
masivo de venezolanos a países como Colombia, Perú, Brasil y Ecuador.
Además, aseguró que problemas regionales como el tráfico de drogas
están agravándose por el "Gobierno corrupto de Venezuela" e insistió
en que el Consejo de Seguridad "debe hacer más" para responder a
la amenaza que emana del país.
Haley, además, acusó a Caracas de tratar de usar cualquier vía a
su alcance para tratar de "distraer" de la situación del país.
La diplomática se expresó así al ser preguntada por los periodistas
por las supuestas reuniones mantenidas por funcionarios estadounidenses con militares
rebeldes venezolanos para discutir un posible golpe de Estado, de las que
informó este fin de semana el diario The New York Times.
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