El músico argentino vuelve a actuar ocho años después en el Festival Pirineos Sur
HUESCA.- Han tenido que pasar ocho años para que los acordes de la
guitarra de Andrés Calamaro vuelvan a inundar el Auditorio de Lanuza. En
esta ocasión, sin embargo, el cantante enfundará su Fender y se posicionará
frente a las 54 teclas de su teclado Rhodes -instrumento que tenía olvidado
y que no tocaba desde 1984- para presentar su nuevo álbum Cargar la suerte
(2018).
En 2011 Calamaro compartió el escenario con Jairo Infierno, de Muchachito
Bomboinfierno, con el que tocó Sin documentos. "Se metió Pirineos
Sur en el bolsillo", dice el cantante de Jairo, y admite: "Recuerdo aquel
concierto; es inevitable recordar ese paisaje".
El compositor ha cambiado mucho en estos ocho años. "Estoy soltero
y abrazado a la virtud de la soledad. Vivir solo es una gran experiencia que descubro
con más de cincuenta años... Soy otra persona distinta y otro cantante
diferente, creo que tengo otro concepto de casi todo", cuenta casi una década
después.
Este disco, a diferencia de los anteriores, no es únicamente obra del Comandante.
"En este disco interviene Germán, escribiendo conmigo, marcando la música
y los arreglos. Y Gustavo que realizó la grabación y el casting del disco,
que es fundamental", asegura.
De la actuación de esta noche espera sentirse cómodo en el escenario
y finalizar el primer tramo de la gira en un ambiente mágico. Calamaro
valora que esta primera mitad de la gira fue "muy buena", con conciertos
por buena parte de España.
"Tampoco sé si las expectativas son demasiadas o demasiado pocas. A
mis seguidores no los voy a defraudar, porque ponemos más que voluntad
y buena disposición", explica Calamaro, con la incertidumbre que merodea
por la cabeza de los músicos cada vez que estos sacan un nuevo trabajo que,
lógicamente, debe ser juzgado por los oyentes.
Admite que antes de las giras "se agobian un poco". "Lo que hacemos
es como pintar un cuadro y quemarlo después", prosigue el cantante, afirmando
así que "la música es evanescente". Lección que ha aprendido
gracias a la larga trayectoria labrada.
Después del concierto en tierras oscenses, el músico argentino pausará
la gira de Cargar la suerte hasta octubre, cuando presentará el disco en
Sudamérica, el continente donde se inició musicalmente.
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