La localidad forma parte del municipio ribagorzano de Castejón de Sos
La ermita románica de la Virgen de Gracia es el emblema de la localidad
de El Run, perteneciente al municipio de Castejón de Sos. En pleno Valle
de Benasque, en un entorno natural privilegiado, la población es punto de partida
para atractivas excursiones como la que permite disfrutar cenitalmente del espectacular
Congosto de Ventamillo. Además, de esta naturaleza pura de El Run emerge
uno de los tres manantiales de agua de Veri de la zona, que tiene en la población
una de sus plantas embotelladoras.
El Run conforma el municipio de Castejón de Sos junto con las poblaciones
de Liri y Ramastué. Con algo menos de un centenar de habitantes, en la
población conviven las actividades tradicionales del sector primario con las
iniciativas turísticas propias de una zona de montaña cada vez más
en auge.
Situado a 830 metros de altitud y a 1 kilómetro y medio de Castejón
de Sos, El Run tiene en su ermita de la Virgen de Gracia uno de sus principales
reclamos. El templo se encuentra a unos diez minutos de paseo desde el casco
urbano y constituye una buena muestra de las hermosas y sobrias ermitas románicas
que se conservan en el Pirineo.
La ermita de la Virgen de Gracia se construyó en su mayor parte durante
el siglo XI, por lo que pertenece a los últimos momentos del primer románico,
llamado lombardo. El torreón es, por su singularidad, el elemento más
característico de esta ermita. Con su planta de forma cuadrada, sus ventanas
geminadas, su pequeña arquería lombarda y su friso de esquinillas, corona
una construcción llena de encanto y personalidad propia. La torre de la ermita
de El Run presenta parentescos con las de las iglesias del Valle de Boí, de
planta cuadrada y cubierta con losas a cuatro aguas.
Desde la página municipal de Castejón de Sos, recomiendan, por su atractivo,
hacer un alto al subir a la ermita, en la Fuente de los "Siete Caños",
un manantial de impresionante caudal en la plaza del albergue que brinda agua llegada
desde el Posets y el Perdiguero, debido a un fenómeno cárstico propio
de montañas calizas, donde el agua corre por galerías subterráneas.
La otra construcción religiosa de El Run es la Iglesia de San Aventín,
en pleno casco urbano. Las obras del templo, que también comenzaron en el siglo
XII, han ido sufriendo hasta hace poco pequeñas reformas. Los patrones del
pequeño núcleo de El Run son San Aventín y San Hilarión,
aunque su celebración se trasladó, hace ya algunos años, al
primer fin de semana del mes de agosto, así que en pocos días celebrarán
sus fiestas.
La ubicación privilegiada de esta población permite disfrutar de interesantes
rutas, como la que conduce al impresionante Congosto de Ventamillo que cierra
el acceso al valle de Benasque por el sur, con sus enormes paredes calizas estrechando
el paso del río Ésera y la N-260.
La ruta rodea la garganta por ambas orillas a una altura considerable, resultando
un recorrido circular con importantes desniveles, pero con unas vistas inmejorables
de los acantilados, el valle del Ésera y el macizo de las Maladetas. Se trata
de un espacio natural de primer orden, con abundancia de especies animales protegidas
y frondosos bosques de hayas, robles y pinos. El trazado combina varios senderos
tradicionales entre las localidades de El Run y Seira.
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