La entidad propone buenas prácticas para poner freno
al problema
ZARAGOZA.- La Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (Uaga)
advierte de que el cambio climático está condicionando ya la actividad
agraria y ha recordado que es miembro de la "Alianza por la Emergencia Climática
Aragón".
Uaga ha propuesto varias medidas o buenas prácticas para "poner freno"
a los efectos del cambio climático en el campo, como la creación de
regadíos porque cada vez son más las explotaciones agrícolas que
han de contar con él "para asegurarse una cosecha mínima".
Desde esta organización aclaran que "no se persigue regar más hectáreas,
sino regar más explotaciones" de forma que las de leñosos -fruta,
almendro y olivar- se garanticen algo de producción y las explotaciones ganaderas
se pueden asegurar un mínimo de alimentación para el ganado.
Igualmente, Uaga defiende la agricultura de conservación, una práctica
que permite afrontar mínimamente las sequías y reduce el consumo de combustible,
al tiempo que aumenta la captura de CO2 en la tierra. En 2008, se hacía
siembra directa en 16.000 hectáreas en Aragón y actualmente son ya 130.000
hectáreas.
Asimismo, aboga por la plantación de cultivos leñosos ya que, a
su entender, "son la única alternativa en muchas zonas de secano".
Uaga ha remarcado al respecto que hay que conseguir que no sean sustituidos a causa
de la escasa rentabilidad.
En Aragón, hay más de 700.000 olivos que actualmente capturan 80.000
toneladas de CO2. Su desaparición supondría más emisiones que
todos los incendios forestales que han sucedido en Galicia en los últimos diez
años, ha alertado esta organización.
Uaga ha explicado que el uso eficiente de abono orgánico generado por
la creciente ganadería industrial fruto de un modelo de consumo urbano y global
"se puede lograr que sustituyan a los abonos de síntesis química,
mucho más contaminantes en su fabricación y transporte", si bien "hay
que mejorar en la aplicación y logística, evitando la contaminación
de acuíferos".
También ha dicho que hay que impulsar la ganadería extensiva y
ha argumentado que mientras el consumidor no vuelva a apostar por modelos de consumo
más sostenibles, la ganadería extensiva de ovino y vacuno ha de contar
con apoyos públicos fuertes que le permitan compensar la "hostilidad"
del mercado a este tipo de producciones.
La biodiversidad, la prevención de incendios y la estructura productiva que
lleva en los pueblos varios siglos "no pueden desaparecer por una moda consumista
coyuntural", esgrime Uaga.
Igualmente, defiende las explotaciones ganaderas con base territorial para
sostener que las importaciones "masivas" de cereal y soja "tienen que
ser sustituidas paulatinamente por forrajes locales, especialmente en el caso de
rumiantes ya que las emisiones de metano son compensadas por la captura del cultivo
forrajero en cercanía".
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