El argentino ya puede entrenar a dos meses de finalizar su sanción
HUESCA.- El Huesca regresó este martes al trabajo y lo hizo con varias
novedades. La principal de ellas fue la de Damián Musto, quien llevaba muchas
semanas sin estar con el grupo debido a su sanción por dopaje. Sin embargo,
al quedar dos meses para que su castigo finalice, el argentino ya puede entrenar
con el equipo y este martes fue recibido por sus compañeros con un pasillo
de collejas (al igual que Mikel Rico, cumpleañero el lunes) y aplausos.
El centrocampista, que estará disponible a partir de enero para afrontar
la segunda vuelta con el conjunto oscense si Míchel así lo desea, completó
la primera sesión de la semana en el Pirámide, al igual que Pablo
Insua, quien parece haber dejado atrás los problemas que tenía
en su pierna derecha desde hace dos semanas.
Por contra, Jorge Pulido e Ivi López se han quedado en el gimnasio.
La ausencia del central ha sido por precaución debido a un golpe que sufrió
el pasado sábado contra el Tenerife, mientras que el extremo se hizo un esguince
en el entrenamiento del viernes de la semana pasada, aunque podría llegar al
duelo con el Oviedo.
Los otros dos lesionados,
Pedro López y Cheick Doukouré, también empezaron la sesión
en el gimnasio, pero luego salieron al campo a correr y a tocar balón.
El resto de jugadores azulgranas se ejercitaron con normalidad en un entrenamiento
con mucho balón y que fue de menos a más en intensidad. Este miércoles,
el plantel oscense vuelve a trabajar en El Alcoraz a las 10:30 horas a puerta cerrada.
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