LUIS GARCÍA NUÑEZ 30/11/2019
"Dar al César, lo que es el del César". Conocida frase para dejar
sentado- en este caso- el deseo de felicitar la actuación de quien se lo merece,
que a veces, al mismo, le toca lo contrario.
Me debo referir, sin ambages, a la actuación del Ayuntamiento de Huesca, en
definitiva de su Alcalde, mi tocayo Luis Felipe, por la magnífica y necesaria
dotación de una más adecuada iluminación a la Avenida del Doctor
Artero, este- por otro lado- un gran personaje benefactor de Huesca que fue.
Dicha avenida, importante arteria de nuestra ciudad, ya contaba con iluminación
-no faltaría más- pero que no era del todo suficiente, habida cuenta de
la circulación que la misma viene soportando y, por ende, la peligrosidad de
una indeseable oscuridad, que ya en cierta ocasión produjera el atropello -en
paso de cebra- de un vecino de la zona, y que lamentablemente le costara la vida.
Aparte la circunstancia de fala de la necesaria iluminación, se constata que
los tiempos traen nuevos y modernos sistemas de alumbrado, aportando por ello, no
sólo un mejor servicio, sino un deseado ahorro de gasto.
Dentro de la plausible actuación municipal, se ha visto favorecido el vecindario,
y usuarios del Pasaje Canal de Berdún, en donde como se sabe se encuentra un
concurrido establecimiento de hostelería conocido como Restaurante-Bar "Antillón".
La ciudadanía en general, con esta mejora lumínica que ahora se disfruta,
se va a ver favorecida, no sólo por la iluminación de la zona y su consecuente
ahorro energético para las arcas municipales, sino por la evitación de
posibles accidentes circulatorios.
Lo dicho, aplauso al Ayuntamiento de esta ciudad. "Obras son amores, y no buenas
razones".
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