La DPH inaugura hoy una muestra de la obra gráfica de la artista oscense
"Yo no guardo rencor, pero olvidar no olvido". Katia Acín pronunció esta frase muchas veces siendo estudiante de Bellas Artes en Barcelona, cuando compartía trabajo y recuerdos con las profesoras Alicia Vela y Antonia Vilà. Cinco años después de su muerte, ambas han seleccionado y ordenado su obra y el resultado es la exposición "Katia Acín. Obra Gráfica", que se inaugura hoy a las 12 horas en la sala de exposiciones de la Diputación de Huesca.
HUESCA.- Asistirán al acto de inauguración la consejera de Educación,
Cultura y Deporte, María Victoria Broto, y el presidente de la Diputación
Provincial, Antonio Cosculluela. También está prevista la presencia del
consejero de Educación de la Generalitat de Cataluña, Ernest Maragall,
al que acompañará su esposa. Ambos acuden a título particular y como
amigos de la familia.
Katia Acín creó más de trescientas obras en sus últimos quince
años de vida. Piezas conservadas celosamente por su familia, entre las que
las comisarias han seleccionado un centenar de grabados, dibujos y esculturas en
barro. "Hemos elegido en función de la calidad expresiva y el concepto",
apuntaba ayer Alicia Vela en la presentación de la muestra. Las creaciones
de la artista oscense se han distribuido por temas: "Mujer, maternidades, parejas
y abrazos", "Trabajo, masa y multitud", "Mito y tragedia" y
"Tristes acontecimientos" son los cuatro bloques en los que se divide el
material de una trabajadora enérgica e incansable. Katia Acín se especializó
en pintura y sobre todo en grabado, técnica en la que continuó su formación
en la Escuela de Artes Aplicadas de Tarragona.
Las comisarias definen la producción de Katia Acín como "una lección
de historia", por la interesante e inusual trayectoria de su autora. Hija de
Ramón Acín y Concha Monrás, Katia tuvo en su infancia una educación
libertaria y una carrera profesional condicionada con la dictadura. Fue después
de su jubilación como docente cuando decidió dar salida a su vocación
artística, que explora la condición humana y proyecta su mirada hacia
el individuo y la historia. "Cuando ella puede, bien entrada su madurez, jubilarse
de catedrática de Historia, decide quitarse la espina que llevaba dentro, y
el tiempo y todos los acontecimientos no le habían dejado", reflexionó
ayer Alicia Vela en la presentación de la muestra.
Aguafuertes, linograbados y xilografías componen el núcleo de la exposición,
además de dos audiovisuales producidos por Emilio Casanova que dan a conocer
facetas de su vida. En "La niña saltatapias" se recoge una conferencia
que ofreció en el Colegio Mayor Penyafort, donde residió en su etapa de
estudiante de Bellas Artes, y en otra grabación se recogen testimonios de familiares,
amigos, alumnos y profesores.
En el plano técnico, destaca su potente base de dibujo. "Tenía una
vitalidad y un impulso excepcional. Es de valorar la valentía y la síntesis
del trazo y la formalización de sus grabados", señaló Alicia
Vela, que atribuyó su precisión técnica a que "a lo largo de
su vida, entre pañal y pañal, entre clase y clase, hacía sus bocetos
y nunca dejaba de dibujar".
Antonia Vilà señaló que al examinar el legado de Katia Acín,
les sorprendió "la cantidad de registros que había, y que todos confluían
realmente a pensar en esta síntesis conceptual que denominamos "La lección
de historia", que es como hemos llamado la exposición".
La denominación va más allá de la especialidad docente de la artista
y se refiere a la contundencia y energía con la que trabajó en sus últimos
años "los núcleos profundos que estaban en su biografía".
En las piezas predominan temas mitológicos y sociales, cuestiones que le habían
preocupado durante toda su vida.
El director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Ramón Miranda,
compartió también la emoción de una muestra en la que destacó
dos componentes fundamentales. Elogió por un lado su valor estético: "el
genio no siempre se hereda, pero en este caso afortunadamente sí", reflexionó.
Por otro lado subrayó la función de recuperación de la memoria, con
una mirada sin rencor. "La figura de Katia Acín, además del valor
creativo, puede ser una alegoría muy interesante de una sociedad y unos momentos
históricos concretos. Unas gentes que tuvieron que callar por imperativo legal,
pero nunca renunciaron a cuidar la semilla de la libertad, que está en la base
de la creatividad y del desarrollo de cualquier sociedad", comentó.
Miranda destacó el papel de Katia Acín como alegoría de "una
generación entera que tuvo que renunciar a los valores más importantes
por los que lucharon, pero no renunciaron a transmitírselos a los que venían
detrás". Colocó además esta figura dentro de "una generación
de mujeres fuertes y sabias, que tienen en común esa vitalidad y capacidad
de seguir activas hasta el último momento, que vivieron emancipadas en un momento
en el que no se les permitía".
Elisa Sanjuán, diputada de Cultura, mostró su satisfacción por inaugurar
el calendario de exposiciones anual con Katia Acín, a la que definió como
"un modelo de mujer contemporánea activa y vital". De ella destacó
su ejemplo de "actitud positiva exenta de rencores" y declaró su admiración
por una artista a la que le hubiese gustado conocer.
La filosofía expositiva de la DPH busca el equilibrio entre jóvenes artistas
y valores consagrados. Sanjuán subrayó que la artista oscense es "la
síntesis perfecta, ya que reúne la fuerza joven y la sabiduría de
una mujer que ha vivido más de una vida".
La muestra se puede visitar hasta el próximo 11 de abril y es fruto de la colaboración
de la Diputación Provincial, Gobierno de Aragón y Fundación Ramón
y Katia Acín.
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