El Gobierno de Venezuela ha amenazado con sancionar con multas de hasta 8.400 dólares
a quienes distribuyan o promocionen el denominado cigarrillo electrónico, prohibido
en el país por no tener los permisos ni los registros sanitarios correspondientes.
Fuentes del Ministerio de Salud indicaron ayer a Efe que el Gobierno venezolano
ha retomado una campaña que lanzó en junio del año pasado contra
este producto porque considera que no se ha demostrado su "eficacia" clínicamente
y "tampoco se ha verificado la calidad e inocuidad de sus ingredientes".
Las fuentes señalaron que el relanzamiento de la campaña se produce tras
detectarse un "repunte" en el uso y distribución de este dispositivo.
"Hay muchos establecimientos que están vendiendo estos productos, que existen
también en la venta informal en algunos quioscos. No tenemos cifras del repunte,
pero sí que ha habido algunas denuncias esporádicas", agregaron.
En junio de 2011, el Gobierno venezolano prohibió el uso y la comercialización
del cigarrillo electrónico después de que ninguno de estos productos se
hubiera registrado ante el Ministerio de Salud.
Tras análisis del producto, el Ministerio de Salud consideró que hay dosis
mayores de nicotina de las que el producto anuncia y "se desconoce" la composición
del gel que compone estos productos.
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