Manuel Sarasa Barrio recibió ayer la distinción del Rotary Club de Huesca
El doctor Manuel Sarasa Barrio pidió ayer el compromiso de la sociedad y de los estamentos políticos en la lucha contra el alzhéimer. "Para curar esta enfermedad hace falta la colaboración de todo el mundo", manifestó el científico, que ayer recibió la máxima distinción que otorga el Rotary Club de Huesca, en un acto celebrado en el Centro Cultural de Ibercaja, que tuvo muchos momentos emocionantes. "El alzhéimer se curará con una sociedad educada para que se diagnostique antes de que aparezca la enfermedad -les dijo también a los periodistas, antes de comenzar la sesión-.
MYRIAM MARTÍNEZ 21/05/2013
HUESCA.- Hace falta que todo el mundo colabore, no sólo los científicos
y los médicos, sino también los políticos y la sociedad en sí".
Antes de su intervención, la directora del Palacio Villahermosa, Julia Lera,
dio la bienvenida a los asistentes, entre los que se encontraba la alcaldesa, Ana
Alós, y algunos concejales, y destacó, en alusión al homenajeado,
que "con formación, innovación y voluntad se pueden conseguir grandes
avances para la sociedad".
El macero del Rotary Club, Ignacio Almudévar, se ocupó de introducir el
acto explicando que la distinción se otorgaba a Sarasa por sus veinte años
de investigación del alzhéimer, y dio lectura de los nombres de los otros
dieciocho galardonados, personas a título individual y entidades. Por su parte,
Julio Sopena puso las primeras notas emotivas a la velada, con una glosa de la vida
y obra de Manuel Sarasa, en la que hubo referencias a sus padres, Jerónima
y Antonio, y a los valores de "esfuerzo, honradez y sinceridad" que transmitieron
a sus siete hijos, "todos ellos excelentes personas".
Manuel Sarasa estudió en Ayerbe, hizo Veterinaria en la Universidad de Zaragoza
y se doctoró con premio extraordinario en 1985. "Se casó con Irene,
que ha sido su apoyo incondicional dentro de la familia, y tuvieron tres varones,
el mayor ya está trabajando con su padre", añadió.
Julio Sopena continuó refiriendo los méritos de Sarasa, catedrático
de Anatomía y Anatomía Patológica Comparadas, biólogo, científico
e investigador, director del Laboratorio de Neurobiología de la Universidad,
fundador de Araclon Biotech en 2004, propietario de varias patentes, autor de más
de medio centenar de publicaciones de impacto internacional y acreedor de varios
reconocimientos públicos como el de Altoaragonés del año que otorgan
los lectores de DIARIO DEL ALTOARAGÓN en 2009.
Sopena se refirió al respaldo que la multinacional farmacéutica Grifols
ha brindado a Manuel Sarasa y su equipo para que continúe investigando con
garantías. "Este foco de luz que irradia Manuel nos deja ver con claridad
que los proyectos y empresas son grandes en la proporción en que sus miembros
ponen su corazón, su integridad, su voluntad y su espíritu de servicio,
haciendo diariamente pequeñas cosas para conseguir grandes logros", subrayó,
y destacó su "ilusión, honestidad, voluntad" y su capacidad para
contagiar ese sueño a las personas que colaboran con él. "Tus valores
quedan someramente expuestos, porque lo más valioso es la confianza y esperanza
que generas a tu alrededor -concluyó-. El futuro eres tú".
La presidenta del Rotary Club, María Rosa del Valle, entregó a Sarasa
la distinción, le dijo que encarna los valores que defiende su entidad, le
animó a conseguir un tratamiento preventivo de la enfermedad y le dio las gracias
por su labor.
Sarasa aseguró sentirse "emocionado y abrumado" y agradeció especialmente
las palabras de Julio Sopena, al que le une una relación prácticamente
fraternal.
El acto continuó con la proyección del cortometraje Diario de una persona,
ideado y dirigido por Jesús Salvo, estudiante de cuarto curso de Comunicación
Audiovisual de la Universidad de San Jorge, que aborda el tema del alzhéimer.
Manuel Sarasa, que finalizó el acto hablando de su investigación, tuvo
antes que secarse las lágrimas, muy emocionado, y felicitó al joven realizador.
"Has hecho que nos acordemos todos de lo que es vivir estas situaciones",
comentó, y es que su madre también falleció a consecuencia de esta
enfermedad.
El científico ayerbense, que lleva dos años esperando el visto bueno de
la Agencia Española del Medicamento para comenzar los ensayos de la vacuna
del alzhéimer en humanos, explicó que su línea de investigación
apuesta por la prevención. "Yo opino que cuando el proceso neurodegenerativo
ha comenzado ya no se puede curar la enfermedad, aunque sí quizá cambiar
su curso, ralentizarla", señaló, y recordó que durante mucho
tiempo, líderes de opinión en el mundo científico, defendieron la
idea de que el alzhéimer se puede curar.
Sarasa reiteró su apuesta por la prevención, por la línea de la inmunoterapia
activa (vacuna), que estimula el sistema inmunitario y crea anticuerpos. El científico,
que recordó que los productos que hay ahora en el mercado para tratar el alzhéimer
son fruto de investigaciones realizadas hace treinta años, comentó que,
en el próximo mes de julio, todos los avances realizados por su laboratorio
se publicarán en el prestigioso Journal of Alzheimer"s Disease.
|