BARBASTRO.- El Ayuntamiento de Villanueva de Sijena reclamará la nulidad
de la supuesta venta de una arqueta de marfil del siglo XV, con reliquias, procedente
del Monasterio de Sijena que se encuentra en el Museo Marés, de Barcelona,
y la devolución de la tabla Santa Cena (siglo XVII) que forma parte de una
colección del cenobio que se encuentra en depósito en el Museo de Lérida
y para la que sería necesaria la autorización de la priora de las sanjuanistas,
propietarias del monasterio, que reside en Salinas de Añana (Victoria).
Alfonso Salillas, alcalde de Villanueva de Sijena, ha comunicado el interés
por ambas piezas tras calificar como "hallazgo" la documentación
aportada por el historiador barbastrense Juan José Nieto, publicada ayer
en DIARIO DEL ALTOARAGÓN, sobre "Contribución de la Expo del 29 de
Sevilla a la causa de Sijena". Aporta datos y fotos que "ponen fin a todas
las especulaciones".
El historiador señaló que "para gran regocijo de la causa de Sijena
han aparecido dos piezas nuevas, ambas reclamables porque son propiedad del
monasterio y se cedieron para la Exposición de Sevilla de 1929. Se ha dicho
que las vendieron las religiosas en 1927 pero en las actas notariales de 1929 se
recalca la propiedad del monasterio" Salillas manifestó su "satisfacción"
porque se abren nuevas vías para reclamar dos obras.
"En el Museo de Lérida no muestran la tabla entre las expuestas, una prueba
más de que ocultan el patrimonio de procedencia aragonesa. La arqueta
de marfil es una pieza muy valiosa y vamos a reclamarla porque ahora tenemos pruebas
documentales claras", agregó.
En la misma línea opinó el abogado Jorge Español, quien informó
sobre la intención de una reunión con el Gobierno de Aragón "para
coordinarnos y reclamar juntos las piezas".
En este aspecto, indicó que "lejos de lo que dicen los historiadores de
Lérida, quienes presumen de que hubo venta de bienes entre 1925 y 1927,
sin las debidas licencias, en vez de hablar de un expolio claro.
Nieto ha acreditado que las religiosas no hicieron ninguna venta del patrimonio
artístico desde la declaración del monasterio como Monumento Nacional,
en 1923, como se refleja en la sentencia del Juzgado de Instrucción número
1 de Huesca sobre la nulidad de ventas entre los años 1980-1993".
Español señaló que "se ha probado que las dos obras, arqueta
y Santa Cena, eran piezas del tesoro artístico del Monasterio de Sijena
cuando se declaró Monumento Nacional y, por tanto, no se podían vender
sin autorización de la Dirección General de Bellas Artes, además
de las consiguientes licencias canónicas preceptivas que nunca consiguieron".
En esta línea, "el Museo Marés alega título de propiedad de la
arqueta, mientras que la tabla de la Santa Cena es una pieza en depósito".