Les preocupa que se produzca un repunte de positivos si se levantan las restricciones
HUESCA.- Los profesionales sanitarios del Alto Aragón temen que las
posibles imprudencias cometidas durante el próximo puente de la Constitución
o las fiestas navideñas provoquen una nueva oleada de la pandemia en enero
que vuelva a poner en la cuerda floja a hospitales, centros de salud y a ellos mismos.
Manuel Muñoz, médico de Urgencias del Hospital Universitario San Jorge
y vicesecretario general del sindicato médico CESM Aragón, advierte que
estos profesionales arrastran un intenso desgaste desde marzo y muestra su preocupación
ante la posibilidad de que a partir del día 30 de este mes se levanten los
confinamientos
perimetrales.
En este sentido, desde el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón prefirieron
no adelantar este miércoles nada al respecto y señalaron que las novedades
se contarán una vez que se adopten. Al parecer, la DGA podría mantener
algún tipo de restricción de cara a las próximas citas festivas del
calendario y, por supuesto, ya ha advertido que en ningún caso se tratará
de una Navidad al uso.
Manuel Muñoz recoge el sentir de sus compañeros de profesión y manifiesta
que, aunque están "un poco esperanzados" de cara a esa disminución
de pacientes contagiados, mantienen "mucha precaución y cautela por
los días que vienen". Los sanitarios, continúa, están "a
la espera "de ver cómo evoluciona la situación y qué pasa
con las restricciones de movilidad.
"Ya sabemos lo que pasa cuando se levanta la valla y se da el grito de salida",
advierte este médico que añade que "con la llegada del frío vienen
los cambios de temperatura y son aspectos que pueden agravar otras patologías
respiratorias y que hay que añadir a la situación que tenemos ahora".
Asimismo, destaca que el descenso del número de infectados registrados en la
provincia de Huesca se traduce ya en un menor volumen de ingresos y en un descenso
de la presión en la planta de hospitalización de San Jorge.
En las Urgencias, explica, se mantienen "números de asistencia importante,
un poco más bajos, a lo mejor, por este descenso en el número de casos".
Sin embargo, destaca su preocupación por la situación de los pacientes
ingresados en la UCI
tanto del Hospital Universitario San Jorge, que continúa saturada,
al máximo de su capacidad, como del resto de centros de Aragón.
"Aquí no baja la ocupación sino que se está manteniendo esa
tendencia alta ya desde hace unos días", plantea Manuel Muñoz,
que recalca que la Unidad de Cuidados Intensivos de San Jorge sigue con sus 11 plazas
cubiertas "y sin posibilidad en estos momentos de acoger a nuevos pacientes".
La lenta recuperación de estos enfermos, algunos con cuadros muy graves,
requiere de una larga hospitalización, por lo que estas unidades siguen trabajando
a pleno rendimiento.
Otras fuentes conocedoras de la situación hospitalaria indican que continúa
la opción de trasladar a pacientes a Zaragoza, si su situación
lo permite, y aseguran que cuesta mucho que los enfermos covid salgan de la UCI
para pasar a planta.
En esta línea, ponen como ejemplo la estancia de hasta más de 60 días
de dos enfermos dados de alta hace unos días.
Por todo ello, consideran que hasta dentro de dos o tres semanas no se recuperará
cierta "normalidad" en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital
San Jorge, donde en lugar de uno, que es lo habitual, se ha establecido que haya
dos médicos de guardia desde las tres de la tarde a las ocho de la mañana.
|