Berlín cuenta ya con dos neveras públicas de intercambio de alimentos
para que los transeúntes puedan depositar y recoger comida, una propuesta de
la iniciativa alemana "Foodsharing" contra la sobreproducción
de la industria alimenticia y el consumismo.
Según un estudio de la Universidad de Stuttgart, cada alemán tira a la
basura 82 kilos de alimentos al año, una máxima que "Foodsharing"
intenta combatir desde 2012.
Ese año empezaron a organizar campañas de intercambio y reciclaje de alimentos
bajo el lema "Queremos que los alimentos recuperen su valor, más allá
de ser una mera mercancía", según recuerdan en su página web.
Su última idea para conseguirlo se materializó por primera vez en marzo
de este año, cuando abrieron la primera "nevera pública" de Alemania
en "Markthalle Neun", un mercado del popular barrio de Kreuzberg.
El éxito de la iniciativa ha hecho que esta semana abran el segundo punto de
la campaña en el mismo barrio, esta vez aprovechando un antiguo quiosco de
la calle Wilhelm.
La idea es que tanto vecinos que han comprado de más, personas que viven solas
y ven que va a caducar su comida o establecimientos de la zona que tienen excedentes
depositen en estos puntos alimentos que puedan ser utilizados por otras personas.
|