No se aclara si esa cantidad corresponde o no al pago de un amaño o apuesta pendiente
HUESCA.- El periódico El Mundo ha escrito un
nuevo episodio sobre la Operación Oikos de lo que comienza a ser un
"culebrón" con pintas de tener todavía muchos capítulos por
delante.
En esta ocasión, el rotativo señala que los jugadores
Raúl Bravo y Carlos Aranda tendrían amenazado al presidente del Huesca,
Agustín Lasaosa, a consecuencia de una deuda de 100.000 euros.
Las fuentes serían la documentación que obra en poder del juez instructor,
donde la investigación, sin embargo, no aclara si esa cantidad corresponde
o no al pago de un amaño o apuesta pendiente.
En cualquier caso, según se indica, "sirve de ejemplo para enlazar a
las piezas clave en la trama de compra de partidos de la operación Oikos,
que descubrió las pruebas para amañar el
resultado del Valladolid-Valencia de la última jornada de Liga".
Cuenta El Mundo, que Aranda y Bravo, que eran llamados los "malos",
tenían un papel clave en la red, pues facilitaban información a posibles
apostantes.
El segundo, cuya relación con
Borja Fernández, capitán del Valladolid, parece probada, habría
establecido conexiones con futbolistas. Los contactos no se producirían
siempre de forma directa, sino a través de intermediarios, y en ese rol la
investigación destaca a Íñigo López.
Al parecer, López habría actuado de intermediario entre Aranda y Bravo,
por un lado, y los jugadores de fútbol, por otro, y también les habría
puesto en contacto con Agustín Lasaosa.
La conexión de Aranda, Bravo e Íñigo López con el ex presidente
del Huesca, detenido en el marco de la operación y en libertad bajo fianza,
es documentada reiteradamente por la investigación, según la publicación.
"Lasaosa ha tenido, con anterioridad a la jornada 25/05/18, algún negocio
con Raúl Bravo y Carlos Aranda, por el que les debería la suma de
100.000 euros, que le están reclamando. Íñigo López, que actúa
como intermediario entre ambas partes, se ofrece a hablar con ellos y ayudar a Lasaosa,
infiriéndose que habría adelantado dinero para el pago de un posible amaño",
explica el documento judicial.
El jugador del Deportivo les recrimina que contacten directamente con Lasaosa, dado
que es su cometido en la organización. Una hipótesis de la investigación
es que el ex futbolista del Huesca facilitaría información al dirigente
acerca de amaños para que éste realizara apuestas.
MENSAJES DE WHATSAPP
En varios whatsapp interceptados al presidente del Huesca, se observa cómo
ha recibido un "mensaje amenazante por parte de Carlos Aranda para que
le pague una deuda de 100.000 euros", según la misma versión.
El Mundo dice que, un día después, Íñigo López habló
con
el jefe de los Servicios Médicos del Huesca, Juan Carlos Galindo,
y le comentó que 'los malos' (por Bravo y Aranda), volvían a la carga.
La investigación inicial del presunto amaño
del Huesca-Nàstic, denunciado por la Federación Española
y LaLiga, es la que permite a los investigadores establecer el rol principal
de Aranda en la trama. Al parecer, sitúa a la mayor parte de los apostantes
en la ciudad de Málaga.
En el caso del Valladolid-Valencia, Aranda recomienda apostar a un amigo
al que llama "hermano" y a una empleada en uno de sus negocios, en éste
queda establecida su conexión con supuestos apostadores profesionales, ligados
a grandes inversores. La investigación posee información añadida
acerca del ex jugador procedente de otro procedimiento en relación con una
operación contra la droga y el blanqueo de capitales.
EL LUGO-HUESCA, BAJO SOSPECHA
La investigación da cuenta de otras tentativas de amaños. Uno de ellos
es el
disputado entre el Lugo y el Huesca, en mayo de 2018. Para preparar este
partido se habrían celebrado, al menos, dos reuniones, en las que habrían
participado Alejandro López (hermano de Íñigo) y Juan Carlos Galindo.
Raúl Bravo, según este relato, les prohibió tener ningún
dispositivo electrónico que pudiera grabar la conversación y les consigue
un teléfono encriptado, lo que explicaría que la policía no haya
podido obtener más información acerca de sus contactos, al contrario de
lo que ha sucedido con Aranda.
La información que obra en poder del juez da cuenta, asimismo, de "una
tentativa de amaño en
un partido del CD Sariñena contra el Cariñena, donde finalmente
no se dio el resultado pretendido. Ello generaría una deuda con la organización
de Aranda y Bravo, por lo que Íñigo López habría exigido
el dinero a los futbolistas implicados.
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