Petón explica los objetivos que siempre ha tenido la institución que preside
HUESCA.- El "sin reblar" es el sentimiento que perdurará
en el Huesca seguramente por los siglos de los siglos. En él incidió
Petón en varios pasajes del encuentro que mantuvo con la periodista Nuria Garcés,
de Radio Huesca, en el abarrotado salón de actos del Centro Cultural Ibercaja
Villahermosa y que tenía como fondo "El fútbol como canalizador
de proyectos sociales".
La conversación, en su último momento, derivó en la clave para conocer
cómo ha llegado el Huesca hasta donde ahora está. "Los momentos
históricos se componen de valores, fenómenos, personas... previamente
armonizadas para conseguir una lectura general. El médico del club, Fernando
Sarasa, sonríe más en los momentos más complicados. Esa es la clave.
Hemos llegado sonriendo más ante las mayores dificultades", dijo Petón.
El presidente de la Fundación Alcoraz y consejero de la entidad azulgrana
defendió la creación de la institución que preside como "un proyecto
de aunar y de escudo contra el odio" porque "el Huesca no solo es el equipo
que gana, es el sentimiento de pertenencia de algo que es de todos. Odiar
no te da ningún rédito. Y nos encontramos a veces con odiadores profesionales",
comentó, para
hacer un guiño hacia su primo Carlos López Otín cuando en el
mismo escenario habló del disparate que estaba viviendo el propio Petón
y el Huesca, trasladado hacia el científico, todo un ejemplo de bondad.
Una Fundación Alcoraz que, en la transformación del club en SAD, se convirtió
en máxima accionista "como guardián del escudo y del patrimonio"
y que ha tenido una actividad constante durante toda su existencia, desde que se
creó la "grada de la alegría" dando 50 entradas a CADIS hasta
la
creación del equipo Genuine y la participación en cuantos proyectos
sociales se le ha requerido. Mostró asimismo gratitud hacia Marcelino Iglesias
por creer y apoyar el proyecto que el Huesca presentó para ponerlo en marcha.
Sin pasar por alto su implicación directa en la lucha contra la despoblación
con el lema "En el campo sin reblar" y que ha servido para aportar el
grano de arena en todas las iniciativas que se llevan a cabo y también en el
afán de acudir a todos los rincones de la provincia con la "Ruta de Valores",
tareas que han convertido al Huesca en el equipo de todos los altoaragoneses.
"Lo que quiero que me digan es que yo soy del Huesca. Y ahora estamos a una
diferencia abismal con lo que teníamos".
Defendió el trabajo en equipo que ha guiado al Huesca hasta las más altas
cotas, "poca gente hay con la capacidad de Agustín Lasaosa para seleccionar
un jugador. Y poca gente hay que niegue que Chera es el mejor utillero. Somos
un conjunto de gente armonizada desde el primero al último".
No se extendió mucho sobre el
estado de la Operación Oikos. Sí dijo que en el momento que
estalló el problema "sientes que no hay nada bajo tus pies, el vértigo,
vivir en desazón". Pero la segunda parte, superado esa primera lanzada
, "el momento de mayor satisfacción, el que más orgullo me ha hecho
sentir es pertenecer a un colectivo, un equipo, un club y un escudo en el que
el 98 por ciento de los seguidores renovaron su carnet con una lista de espera
de 2.000 personas. Nuestra gente lo entendió bien. Un intachable modo de entender
la vida respaldado por el apoyo unánime de toda la afición. Esto
fue incomparable con cualquier otra satisfacción que el Huesca me haya dado
o me pueda dar", afirmó.
Y reivindicó el cambio que debe producirse más pronto que tarde en los
puestos de mando "porque no somos esos tipos imprescindibles. Somos los privilegiados
antorcheros que otros tendrán que mantener. Y veo las caras. La generación
que empezó esto debe dar paso a la siguiente".
|