Soro participó en los actos por el 125 aniversario de la llegada del tren. El alcalde destacó que se demuestra que "en el mundo rural se puede vivir"
"Un acto simbólico y de mucha alegría" es el que celebró ayer Sabiñánigo para conmemorar el 125 aniversario de la llegada de la primera locomotora a esta localidad del Alto Gállego. "Es demostrar que en el mundo rural se puede vivir, en una montaña se puede vivir", comentó el alcalde de la localidad, Jesús Lasierra, que acompañó al consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, en los actos que se realizaron en Sabiñánigo para rememorar este hito.
MERCEDES PORTELLA 09/02/2018
SABIÑÁNIGO.- Según expresó José Luis Soro, este
evento es "para celebrar con orgullo el pasado, pero sobre todo para mirar al
futuro, y mirando al futuro no podemos reblar, ni retroceder un solo milímetro.
Tenemos que mantener muy viva la reivindicación, la exigencia, para decir alto
y claro que el ferrocarril es fundamental, y Sabiñánigo lo ha demostrado".
Esta celebración muestra el crecimiento exponencial de Sabiñánigo
tras la llegada del ferrocarril. En este sentido, el consejero incidió "en
la necesidad imperiosa de que los trenes no solo deben llegar a Sabiñánigo
y a Canfranc y se den la vuelta, sino que deben cruzar el túnel, que lleguen
a Aquitania, a Francia, que en definitiva lleguen a Europa".
Asimismo, destacó que hay que entender que el ferrocarril del siglo XXI "vertebra
tanto como el de los siglos XIX y XX, es fundamental". Según añadió,
"siendo conscientes de que la lucha por la reapertura del Canfranc es una carrera
de obstáculos, estoy convencido de que finalmente conseguiremos la victoria.
La clave es estar todos juntos en esto y demostrar que cuando hay ferrocarril hay
vida, hay futuro".
Por su parte, el alcalde recordó que el turismo propició la llegada del
tren a Sabiñánigo. "Venían los agüistas, como se les llamaban
a quienes iban al balneario de Panticosa a tomar las aguas. A partir de entonces,
se empezaron a crear alrededor de la estación fondas y restaurantes, y empresas
que traían y llevaban a los turistas. Posteriormente, con la llegada del tren
y el enlace con Jaca, con Canfranc y con Francia, llegó la industria. Todo
ello gracias al ferrocarril".
El martes 8 de febrero de 1893 llegó la primera locomotora a Sabiñánigo,
"y es lo que estamos recordando, así como el compromiso de seguir trabajando
para que las próximas generaciones sigan teniendo un futuro en la montaña
y en el mundo rural. Este es el símbolo del acto que celebramos", dijo.
Cuando llegó esa locomotora, el Sabiñánigo actual no existía,
sí Sabiñánigo Pueblo, al otro lado de los Capitiellos, que contaba
entonces con unos 250 habitantes. En 1910, ya con la estación de ferrocarril,
la actual localidad contaba con 77 habitantes que irían aumentando conforme
fueron llegando las industrias hasta los casi los diez mil habitantes con que cuenta
hoy.
La Big Bang la Rué del Percebe amenizó el acto que comenzó a las
once y media y al que asistieron autoridades locales, comarcales, provinciales y
autonómicas, así como de la Jacetania, vecinos de la localidad y representantes
del tejido asociativo y otros colectivos de Sabiñánigo. Tampoco faltó
la llegada del tren que puntual entró en la estación a las 11:42 horas
para continuar hasta Canfranc.
La celebración terminó descubriendo una placa de piedra en el andén,
obra de la artista local Teresa Pueyo, donde ha quedado inmortalizada aquella locomotora
que entró en la localidad en 1893.
A continuación, el Instituto San Alberto Magno presentó su programa de
innovación educativa para la FP "Canfranero 2.0" que tiene como objetivo
integrar a los dos ciclos formativos que imparte (GS Animación Sociocultural
y Turística, y GM Sistemas Microinformáticos y Redes) para fomentar el
uso turístico y educativo del Canfranero".
|