HUESCA.- Veinte vecinos, con un albergue, un restaurante y dos catamaranes
reciben a buena parte de los 100.000 turistas que visitan al año el congosto
de Montfalcó o de Montrebei. Esa cifra contrasta con los 20 habitantes
del municipio que agrupa a las localidades de Viacamp y Litera, uno de los más
pequeños de la provincia.
Y sin ese atractivo turístico serían menos. "Hay mucho flujo de gente,
pero lo que nos hace falta es que se queden a vivir aquí", ha apuntado
su alcalde, Alfredo Pociello, vecino de Litera, que lleva 32 años al frente
del consistorio. Con todo, "si no se facilita el empleo y la vivienda, desapareceremos
del mapa. Estamos sentenciados", ha opinado.
El ayuntamiento ha impulsado el albergue en Montfalcó, del que viven unos vecinos,
que ha dado vida al municipio y, en concreto, al núcleo que llegó a despoblarse.
Además, ha cedido dos catamaranes para rutas turísticas por el embalse
de Canelles a una pareja de unos 30 años que se han instalado en Viacamp.
Aunque vivían en Tremp, la madre de ella era nacida en Viacamp y quisieron
volver a sus orígenes. Es la empresa Montrebei Explora, que organiza excursiones
desde marzo hasta octubre para ver el paisaje desde otro punto de vista. "Pero
esto no es suficiente", ha indicado el alcalde. "La única solución
es que se haga alguna industria o matadero como en Binéfar, donde se creen
100 o 300 puestos de trabajo", ha apuntado.
Además, hay cinco apartamentos de alquiler que se han acondicionado desde hace
unos años. Y están todos ocupados, ha resaltado el alcalde, de modo que
cree que hay cierto interés por vivir en esa zona, pero no se dan las
condiciones adecuadas. Precisamente, el problema de la vivienda es otro de los inconvenientes
para instalarse en áreas despobladas, ha indicado Pociello.
Como ventaja, ha resaltado la proximidad a núcleos de población más
grandes. "Estamos bien situados, muy cerca de la N-230, a 10 minutos de Benabarre,
30 de Pont de Suert (Lérida) y 45 de Barbastro", ha indicado. Pero Viacamp
ya está muy tocado desde los años 60, cuando la construcción del
embalse de Canelles vació parte de los núcleos del municipio: Estala,
Fe, Finesas, Montfalcó y Mongay.
En Chiriveta hasta hace pocos años vivían una madre con su hijo que, tras
permanecer un tiempo solo después del fallecimiento de esta, se trasladó
a Benabarre. "Antes no había nada y ahora que tenemos todos los servicios,
nos falta gente", ha indicado.
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