El proyecto de la Diputación de Huesca va a llevar el servicio a 321 localidades
BORAU.- Más de 30.000 habitantes de la provincia de Huesca pasarán
del aislamiento digital a la conexión en los próximos dos años.
Es el ambicioso reto de un proyecto sin precedentes, que se propone ampliar la banda
ancha a 321 localidades con una media cercana a los cien vecinos. Su punto
de partida ha tenido lugar este lunes en la villa jacetana de Borau, cuyos 80 vecinos
representan el anhelo del mundo rural por hacer viable sus vidas lejos de las ciudades.
Este plan marcará el futuro de los pueblos, que podrán disponer de
una conexión de 100 megas en los cascos urbanos y 30 en las zonas diseminadas.
Para ello, se invertirán 4,5 millones de euros desde la Diputación Provincial
de Huesca y el Gobierno de Aragón. Los fondos europeos Feder apoyan esta iniciativa
pionera, que se adjudicó a la operadora aragonesa Embou.
"Cuando finalice el plan, seremos la primera provincia con el 99% de sus
habitantes conectados", ha destacado el presidente de la DPH, Miguel Gracia,
que ha presidido el lanzamiento de "un acto trascendental" para combatir
la despoblación. "Hay dos derechos fundamentales: vivir donde uno quiera
y la igualdad", ha continuado el presidente de la DPH, que ha agregado que internet
"no tiene que suponer una brecha mayor entre la zona urbana y el mundo rural,
sino que debe servir para equilibrar e igualar los derechos".
"La provincia de Huesca es un ejemplo para toda España", según
la consejera de Innovación, Investigación y Universidad de la DGA, Pilar
Alegría, que ha estado acompañada por el director general de Sociedad
de la Información, Fernando García Mongay.
La consejera ha calificado la puesta de largo del plan como "un día
grande", dado que "hacemos real la igualdad de oportunidades y, por
tanto, mejoramos la libertad de las personas que eligen vivir en municipios como
Borau", un planteamiento compartido con Miguel Gracia.
Alrededor de 50 municipios tendrán el servicio implantado en marzo. En los
seis primeros meses, se llegará a más del 30%; y en nueve, prácticamente
a la mitad, conectándose más de 200 localidades en el primer año.
Según las previsiones, en un año y ocho meses se completará el
plan, que beneficiará a pueblos de al menos 20 habitantes.
Embou empezará a trabajar sobre el terreno en diciembre en la Jacetania. Su
idea es instalar la fibra óptica en una quincena de localidades cada mes. Para
las viviendas situadas fuera del núcleo urbano, se empleará otra red vía
radio, utilizando la tecnología WiMAX o LTE.
Según Embou, "es un reto novedoso", como ha dicho Jorge Blasco, director
gerente de la operadora, que planificó "un despliegue de 14 a 16 municipios
al mes y de una forma simultánea en localidades con una media de 96 habitantes".
Ante la magnitud de los trabajos, pidió la colaboración de los ayuntamientos
"para hacerlo lo más rápido posible". El plan ha sido recibido
con los brazos abiertos en Borau, cuyo alcalde, Daniel López, dijo que "la
banda ancha permitirá crear economía" y será un aliciente
para el proyecto de viviendas sociales con el que se pretende "hacer más
fácil que nuevas familias vengan y se asienten" en el pueblo.
La banda ancha permitirá ampliar la difusión de la red de senderos de
Borau. "Hay muchísima gente que viene a andar y los conservamos del
mejor modo posible", explicó el teniente de alcalde, Sebastián
Sanvicente.
"Este tipo de proyectos son fundamentales", según la presidenta de
la Comarca de la Jacetania, Montse Castán, que ha señalado que "el
servicio de rescate de la Guardia Civil de Montaña tiene dificultades de comunicación"
y otro tanto le sucede a los ganaderos con la telefonía móvil. En
este sentido, ha dicho que "sería interesante que el camping de Zuriza
-en Ansó- tuviera telefonía móvil y wifi".
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