"No es un problema del pueblo, ni siquiera de España, sino de Europa"
ELENA PUÉRTOLAS 19/01/2019
HUESCA.- Las capitales de las tres provincias aragonesas crecen, pero la
mayoría de los municipios pierden población. De los 202 ayuntamientos
de Huesca, 70 han crecido, nueve se mantienen y 123 caen. Sin embargo, los
960 habitantes que llegan a los primeros no suplen a los 1.327 que pierden el resto.
Estos datos constatan el problema de la despoblación en la provincia, indica
el director del Instituto Aragonés de Estadística (IAEST), Alfredo Peris,
quien destaca que es llamativa la pérdida de población en ciudades
como Fraga, Jaca o Monzón.
El fenómeno de concentración de la población en capitales de comarca
o de crecimiento de pueblos del entorno de la capital como se observaba en los últimos
años, ya no se da, según se desprende de los datos del padrón
a 1 de enero de 2018 del Instituto Nacional de Estadística (INE).
De los 30 municipios más poblados de Aragón, en términos absolutos,
el que más ha crecido con respecto a 2017 ha sido Zaragoza, con 1.942
(un 0,29 %); seguido de La Muela, con 241; Huesca, con 240 (0,46 %); y Teruel, con
207. Por ello, en Aragón el saldo ha sido positivo.
Pero en los porcentajes, se aprecia que los crecimientos no son significativos.
En el décimo puesto se encuentra Binéfar, con 44 habitantes más,
seguido de Barbastro (47 más). A partir de allí, pierden población:
Sariñena (-9), Fraga (-45), Jaca (-76) y Monzón (-105).
Entre los municipios que más habían crecido a 1 de enero de 2018 en relación
a su población destaca Castiello de Jaca con un 9 %, al sumar 23 vecinos.
Sin embargo, en este último año ya ha vuelto a perder, detalla su alcalde
Álvaro Salesa. Pasaron de 244 a 267, pero ya han vuelto a los 244-245, por
la marcha de dos familias. "Este año se va a notar mucho la falta de
nieve, porque afecta a la hostelería y a toda la economía", indica
Salesa.
Con todo, considera que el trabajo no es lo único que influye en la decisión
de vivir en un pueblo, ya que "hay un factor social y una tendencia a vivir
en concentraciones grandes".
A su juicio, "falta arraigo en el medio rural". Por ello, también
ve difícil la solución y piensa en que podría ofrecerse a los inmigrantes
una retribución por vivir en un pueblo y hacer labores para la sociedad, aunque
admite que tendría sus dificultades porque no se puede obligar a nadie a vivir
en un sitio. Con todo, "el problema de la despoblación no es una cuestión
del pueblo, ni siquiera de España, sino de Europa", asegura.
Además, Monflorite ha crecido un 6 % (403 habitantes) y Alcolea de Cinca, un
5 %, al sumar 56 vecinos hasta los 1.160. Es la localidad que más ha crecido
en términos absolutos, seguida de Boltaña (45 vecinos más), Binéfar
(44), Barbastro (37), Benasque (36), Binéfar (31) y Castiello de Jaca, Lanaja
y Aínsa (23). Entre los 30 municipios aragoneses con menor población
siguen Fago, con 23 habitantes tras perder 4; y Palo, con 27 después
de ganar uno.
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