"Es todo falso", afirma el centrocampista gallego, investigado como presunto "cooperador necesario" en un delito de estafa
MADRID.- El excapitán del Real Valladolid, Borja Fernández, investigado
judicialmente como posible autor de un delito de corrupción en el deporte
y como presunto "cooperador necesario" en un delito de estafa en el
marco de la
operación Oikos, insiste en su inocencia, y achaca su detención a
que la Policía intentó "forzar la máquina".
"Me han dado varias teorías de las que prefiero no hablar porque es un
momento delicado. Me siento mal porque están metiendo a una persona en el medio
que soy yo. Sabía que no había nada en mi contra, por eso me ha
venido muy bien el levantamiento del secreto sumarial", señala el exfutbolista.
En una entrevista a La Voz de Galicia, el exjugador del Real Madrid, Deportivo de
La Coruña y Getafe, entre otros clubes, cree que el único motivo por el
que lo han detenido es "tomarse un café" con Raúl Bravo,
con el que compartió vestuario en el Real Madrid en la temporada 2001-02 y
al que los investigadores consideran uno de los presuntos 'cabecillas' de la
trama de apuestas.
"Me dicen que estoy implicado en el amaño de un partido, pero en el
sumario no se dice nada. Es todo falso", puntualiza el centrocampista gallego,
para quien es "falso" que
varios jugadores del Valladolid estuviesen "comprados" para dejarse
perder contra el Valencia en la última jornada y él recibiera cincuenta
mil euros por esa operación.
"No digo que no sea cierto que lo diga el juez, sino que es una interpretación
que hace de una conversación en la que se refiere al partido del Getafe",
opinó.
El excapitán del Valladolid dice "poner la mano en el fuego" por
sus compañeros en el equipo vallisoletano, y confiesa que se llevaría
"una gran decepción" si se terminara confirmando la implicación
de algunos de ellos.
"Si fuera en algún otro vestuario que he tenido, no digo que pudieran hacer
algo así, que no, pero quizás sí que no pondría la mano en el
fuego por todo el mundo. Sí por algunos jugadores, pero en este caso por toda
la plantilla", afirma Borja Fernández, quien reconoce haberse reunido
dos veces con Raúl Bravo.
"Pero con Carlos
-Aranda, el otro al que se le atribuye el papel de "cabecilla"- hacía
muchos años que no coincidía. La última vez creo que fue cuando
yo militaba en el Deportivo (temporada 2011-12), que nos enfrentamos en un partido",
explica.
Insiste en que Raúl Bravo "nunca" le ofreció amañar un
partido, "como me conoce sabe que nunca aceptaría", y negó
que a lo largo de su carrera deportiva haya visto algún amaño o un "pacto
de caballeros" como dijo existir el deportivista Íñigo López,
otro de los implicados en la trama.
"En mi vida solo he apostado una vez en la India, en una carrera de caballos.
A nivel de fútbol, nunca. A la quiniela jugué cuando estaba en el Deportivo.
Poníamos diez euros a la semana cada futbolista. Aunque nunca me motivó
el tema, admito que me parece una chorrada que no se pueda jugar a la quiniela",
concluyó Borja Fernández.
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