ELENA PUÉRTOLAS 28/12/2019
HUESCA.- Tenemos un trato más cercano con los pacientes, que
aquí en la montaña son muy agradecidos; cada día tenemos más
apoyos, como la uvi móvil (ubicada en Foradada del Toscar) o la consulta virtual
cada vez con más especialidades del Hospital de Barbastro. Y para el paciente,
la demora en las ciudades muchas veces es de una semana y aquí los vemos
el mismo día o, en algún caso raro, al día siguiente. Son solo
algunas de las ventajas de su trabajo que enumera la médico Isabel Ysebie,
del centro de salud de Castejón de Sos, y una de las que pone rostro a la campaña
"Yo me quedo" del Colegio Oficial de Médicos de Huesca para
atraer profesionales al medio rural.
Isabel Ysebie llegó hace 30 años desde Gante (Bélgica) y aquí
se va a quedar. "El amor a la montaña" es lo que les llevó
a hacer las maletas con su marido y a instalarse en el entorno del Parque Nacional
de Ordesa y Monte Perdido que les sedujo. "No llevaba ni un año cuando
decidí que me quedaba", asegura. Vive en Fosado, un pequeño núcleo
del valle de La Fueva, donde han nacido sus dos hijos ya mayores. Ahora, apenas
viven 11 personas pero, entre ellos, la familia de una chica nacida en el pueblo
que se ha querido quedar y que tiene dos hijos pequeños.
Al poco de llegar a España, a Isabel le ofrecieron trabajo en la capital
oscense. "Pero no había venido aquí para eso", resalta. Ha desempeñado
su profesión en los centros de salud de Aínsa, Lafortunada y, desde 2005,
en Castejón de Sos, desde donde visita varios pueblos. "No me cuesta
nada venir, no tengo atascos y además tengo un paisaje maravilloso",
apunta. Y si los accesos a los pueblos se complican, utiliza el 4x4 del centro de
salud.
"Tenemos los mismos medios que en una ciudad y aquí no hay demoras",
insiste Isabel Ysebie. Como ejemplo, explica que este viernes mismo envió una
consulta virtual a un especialista del Hospital de Barbastro y que al mediodía
estaba resuelta.
"La gente no quiere venir aquí porque cree que está lejos de todo,
pero vivir aquí compensa. Además, se organizan muchas actividades
de ocio", explica Ysebie, que no echa en falta nada.
Con todo, "cada vez se dan más cuenta de que la calidad de vida es mejor
que en una ciudad. Creo que la mentalidad está cambiando, pero cuesta",
indica Isabel Ysebie. Lo aprecia en los enfermeros que llegan a trabajar a los centros
de salud del Pirineo. "Si llegan al medio rural se quieren quedar, pero como
no vienen a probar...", apunta en referencia a los médicos. También
resalta la importancia de la cercanía y las posibilidades que tiene de compartir
con los compañeros de profesión. "Aquí hay más tiempo",
señala.
"¿Inconvenientes? Estoy pensando pero no se me ocurre ninguno. Depende
de cada uno, pero a mí no se me ocurren", recalca. Y mantiene lo que dice
en el vídeo de la campaña: "Vine de Bélgica hace 30 años
y aquí me quedaré". Aparece junto a su compañero Miguel Monterde,
que se expresa en el mismo sentido: "Estoy aquí desde hace 19 años,
sigo aquí a pesar de dos infartos y no pienso irme".
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