ELENA PUÉRTOLAS PUÉRTOLAS 08/02/2020
Con el móvil en la mano no siempre se wasapea, en Castelflorite levantan
la "tajadera" desde una aplicación y a regar. Todas las casas del
pueblo -excepto una- han contratado conexión a internet con fibra óptica
y toda la Comunidad de Regantes San Pedro, con sede en esta localidad monegrina,
riega desde el sofá de casa, desde el banco de la plaza o desde donde quiera.
La tarea de ir a cerrar la "tajadera" ha pasado a la historia, aunque allí
sigan diciendo que no puede ser buen agricultor quien no ha dormido en el surco.
Pero, ahora, en el mundo rural se puede vivir de otra manera.
"La apuesta de la gente por quedarse aquí es lo que te hace tirar para
adelante", indica el alcalde, Pedro Loscertales, que cree que la llegada
de la fibra óptica les abre posibilidades de futuro. Piensa, por ejemplo, en
la tienda Aceros de Hispania, de Ricardo Lop, que desde 1999 y con sede en Castelserás
(Teruel) vende cuchillos a todo el mundo. ¿Y por qué no una tienda virtual
desde Castelflorite? De momento no tienen de eso, pero dos chicas se han montado
una empresa de gerontogimnasia que ofrece servicios por toda la comarca.
Esta localidad monegrina fue una de las primeras en las que se instaló la
fibra óptica con el Plan
de Extensión de la Banda Ancha, impulsado por la Diputación Provincial
de Huesca, para llevar internet de calidad a 321 núcleos de más de
20 habitantes. En estos momentos, ya funciona en más de 240 localidades,
por lo que se supera el 75 %. En el resto, se está trabajando y la previsión
es finalizar entre mayo y junio.
"Vamos por delante de la planificación", asegura Etién Aldea,
director de márquetin y comunicación de Embou, la empresa adjudicataria.
"Los ayuntamientos y la Diputación están haciendo una labor fantástica
para ayudar a solucionar problemas y, a nivel comercial, la gente responde",
indican. En este año 2020, con su inversión, van a desplegar la fibra
en más de 100 poblaciones de todo Aragón, ya que en algunas había
llegado con otros planes al pueblo pero no a los domicilios.
Pero el plan de la Diputación Provincial no acabará ahí, ya que
prevé ampliarlo y lanzar un nuevo concurso para llegar a los núcleos
de menos de 20 habitantes.
En Castelflorite son entre 70 y 80 los vecinos que viven allí a diario,
algunos mayores sí, pero también se están quedando a vivir muchos
jóvenes, unos 15. De momento, no tienen hijos pero... "Tendremos, tendremos",
asegura Nacho Loscertales, de 40 años, que hace unos años apostó
por continuar con el negocio que llevaban sus padres desde 1992 y ahí está
al mando de los fogones. Hoy, el bar restaurante El Castillo es un ejemplo del
dinamismo de este pueblo, que se aprecia nada más llegar por el volumen
de vehículos a la hora de comer.
Sirve entre 25 y 35 comidas diarias, casi la mitad de la población habitual,
pero no porque vayan la mitad de los vecinos -alguno sí-, sino porque tiene
muchos clientes que trabajan en los regadíos, construyendo granjas... Su
especialidad son las paellas y los guisos, pero sirven de todo, desayunos, meriendas...
Desde allí salen menús a domicilio a un módico precio para
que los mayores que lo soliciten puedan seguir en el pueblo, como una ayuda en la
lucha contra la despoblación, comenta el alcalde. Y sirve también como
"tienda de olvidos" porque vende desde pan, aceite, congelados...
Solo mantener esa puerta abierta y tener un punto de encuentro vecinal ya es una
herramienta contra la despoblación, indica Pedro Loscertales. En 2017, el Ayuntamiento
se vio en la tesitura de acometer una reforma por una exigencia legal. "Nos
planteamos tirar para adelante o cerrar. Y ahora cada vez funciona mejor",
comenta Nacho, convencido de su apuesta.
No solo ha conseguido quedarse sino atraer a su novia, Belinda Mir, de 29 años,
de Sariñena. "Es más difícil el trabajo para las mujeres,
pero tenemos Sariñena cerca", apunta Belinda, que en verano lleva las
piscinas. Fue la desaparecida asociación de la bakutada lo que la llevó
allí con otra amiga. "Nos echamos aquí el novio y nos hemos quedado
las dos. La gente te arropa y te acoge muy bien", resalta.
UN BAR CON CUATRO EMPLEOS
Además, el bar mantiene cuatro empleos fijos porque también trabajan
allí la suegra y la hermana de Nacho. Ocupa además a otra chica, que es
la madre de los dos únicos niños que viven allí, aunque el panorama
cambia los fines de semana.
De los siete quintos de Nacho, solo dos se han quedado aunque saben que, si pudieran,
al menos alguna volvería. De ahí que los fines de semana o en verano
se junten unos 25 chavales. "Antes se iban más, pero la crisis hizo
que mucha gente pensara en quedarse", indica al alcalde, el otro Loscertales,
que es como se apellida tres cuartas partes del pueblo, estiman.
Él se dedica a la apicultura, en concreto a la cría de abeja negra
más que a producir miel, y hace trabajos agrícolas. Es alcalde desde hace
13 años y se esfuerza por ofrecer servicios. Además del bar, cedieron
un espacio público a una peluquera que va dos días a la semana, de
forma que la gente mayor ya no tiene que ir a Sariñena. Y cuentan con gimnasio,
por el que pagan una cuota de 10 euros al mes, en el mismo edificio.
El bar está bajo el Ayuntamiento, en cuya fachada se ve la antena por la que
se recibe la señal de wimax y después se distribuye por fibra óptica
a todas las casas. "Nos ha dado estabilidad al sistema", asegura el
alcalde, Pedro Loscertales, quien afirma que antes algunos ya eran clientes, pero
que ahora ha mejorado la calidad y tienen 30 Mb en casa y 100 en el Ayuntamiento
y en la Comunidad de Regantes, situada enfrente.
A esta última, va a trabajar todos los días Sara Molina, quien asegura
que ha notado muchísimo el cambio. "Abren y cierran las tomas, controlan
el caudal y les permite gestionar mejor. Con este sistema, se consigue un ahorro
real de agua y se optimiza mucho el uso", detalla. A esta Comunidad pertenecen
5.700 hectáreas, fundamentalmente de Castelflorite (3.500 en total) y San Miguel
de Cinca (Santalecina, Estiche y Pomar) así como un mínimo de Sariñena
y Alcolea de Cinca. "Esto ya es presente, pero también es futuro",
asegura el alcalde, Pedro Loscertales.
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