ELENA PUÉRTOLAS PUÉRTOLAS 08/02/2020
CASTELFLORITE.- Nacho Loscertales se va a quedar una de las plantas de la
casa familiar en la que vive su madre, María Jesús Terés, y su hermana.
No tiene otra opción. "Hay casas vacías de gente de fuera que compró
hace unos años, que han dejado de venir, pero ahí están vacías",
indica. Otras amenazan ruina. "A veces tenemos que localizar a propietarios
para que las arreglen, porque ni venden ni hacen nada. Es imposible encontrar una
casa en Castelflorite", afirma el alcalde, Pedro Loscertales.
No hay inmuebles municipales para acondicionar, ni terrenos urbanizables, ni oferta
privada. Es el problema al que se enfrentan los jóvenes que quieren quedarse.
Por ello, el alcalde se plantea un plan de vivienda, con el apoyo de la Diputación
Provincial, que quiere destinar parte de sus remanentes a ayudas a los pueblos
para comprar, rehabilitar, poner en alquiler o, con la fórmula que se pueda,
ofrecer vivienda. "Ahora, si hubiera, se podrían alquilar tres pisos",
asegura. A la espera de que haya cambios legislativos, como pide la DPH, para dejar
a los ayuntamientos margen de actuación, el alcalde ha comenzado a avisar
uno por uno a los propietarios de inmuebles con necesidades de arreglos.
Y no es el único que lo ve. ¿Que hacéis un reportaje del pueblo?,
pregunta Ángeles Vidal, mientras pasea con María Jesús Terés,
la madre de Nacho. "Hay muchas casas vacías y para tirar y hay que hacer
algo", comenta al decirle que está relacionado con la despoblación.
Uno de sus hijos es una de las parejas jóvenes que se asentarán allí.
Naturales de Sariñena y de Almunia de San Juan, dicen que de allí no se
mueven.
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