La Unidad Militar de Emergencias también está lista para actuar en caso de ser requerida
MADRID.- Las Fuerzas Armadas disponen de dos hospitales militares en Madrid
y Zaragoza, además de capacidad para desplegar en 24 horas otros dos de
campaña y de ayudar con la UME donde sea necesario, unos recursos que podrían
activarse para combatir el coronavirus si el Gobierno o las comunidades lo estiman
conveniente.
Según fuentes del Ministerio de Defensa, todos los días está habiendo
reuniones a distintos niveles para analizar la evolución de la crisis y el
Ejército está listo para actuar en un breve plazo, pero hasta ahora
ni el Ejecutivo ni las comunidades han solicitado o decidido su ayuda en las labores
de lucha contra la pandemia.
En España hay dos hospitales militares, el Central de la Defensa Gómez
Ulla ubicado en Madrid, y el General de la Defensa de Zaragoza, ambos dependientes
del Instituto Social de las Fuerzas Armadas del Ministerio de Defensa y con personal
sanitario militar.
En el caso del Gómez Ulla, cedido en parte a la sanidad pública, es uno
de los de referencia en España en enfermedades infecciosas y cuenta
con una planta, la 22, dedicada a Unidad de Aislamiento.
Fue en este hospital donde pasaron los 14 días de cuarentena la veintena
de españoles que llegaron el pasado 31 de enero de la provincia china de
Wuhan, epicentro de la pandemia, pero no en la planta 22 sino en la 17.
Todos ellos dieron negativo al nuevo virus, aunque esta semana se ha reportado al
menos un caso positivo en personal militar sanitario de este hospital, que,
como el resto de miembros de la red sanitaria militar, está excluido de las
excepciones de teletrabajo y flexibilización de horarios establecidas por Defensa.
La Brigada de Sanidad del Ejército de Tierra tiene además capacidad
para desplegar dos hospitales de campaña. En concreto, las agrupaciones
de Sanidad 1 y 3, ubicadas en Pozuelo de Alarcón (Madrid) y Zaragoza, respectivamente.
Cada una puede montar un hospital de segundo nivel o Role 2E, que tendría capacidad
para medio centenar de camas. Están pensados para actuar en operaciones
en el exterior y en ellos se pueden realizar intervenciones quirúrgicas para
control de daños y estabilización de heridos.
Según fuentes militares consultadas por EFE, estos hospitales de campaña
podrían, a día de hoy, montarse en 24 horas y estar a pleno rendimiento
en tres días.
Las dos agrupaciones también pueden desplegar una estación de descontaminación
de agresivos nucleares, biológicos o químicos (NBQ) que trabaja o
bien de manera independiente o integrada en el hospital de campaña.
Con lo que no cuenta ya el Ejército es con el único hospital de campaña
de máximo nivel (Role 3) que tenía España, inaugurado en 2011
en Madrid y que fue desmantelado en febrero 2019.
Este hospital, que estaba formado por módulos hechos con contenedores y destinado
a desplegarse en misiones, tenía capacidad para atender a unas 25.000 personas
en escenarios de conflictos y catástrofes pero, según las mismas fuentes,
adolecía de un correcto mantenimiento.
La Unidad Militar de Emergencias (UME) también está lista para
actuar en caso de ser requerida, cosa que no ha ocurrido hasta ahora, han explicado
a EFE fuentes de este organismo.
Por ahora, la UME está aplicando, al igual que los tres ejércitos, las
medidas para prevenir contagios entre sus miembros y preservar su capacidad
operativa, al tiempo que sigue de cerca cómo evoluciona la pandemia, como hace
siempre en casos de catástrofes, emergencias o crisis.
La UME, formada por 3.500 militares, tiene además un Grupo de Intervención
en Emergencias Tecnológicas y Mediambientales, con 144 miembros y que está
especializado en actuar en ambientes contaminados y en descontaminar lugares como
edificios, vehículos o aviones.
Si bien ellos son los expertos en esa tarea, fuentes de la UME explican que todas
sus unidades -ubicadas en Madrid, Zaragoza, Valencia, León, Tenerife y Gran
Canaria- tienen la capacidad para intervenir en casos de riesgo biológico
y actuar en ambientes contaminados.
Además, los militares de esta unidad tienen experiencia en montar carpas
o tiendas para atender a damnificados, como ocurrió en el terremoto de
Lorca, y podrían en un momento dado asistir con esos recursos a esta crisis
sanitaria.
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