Diario del Altoaragón 20/03/2020
Como los reproches no ofrecen ningún rendimiento en lo fundamental, habrá
que dejar para más adelante, solventada la crisis sanitaria, determinadas actitudes
mezquinas que se agarran a las maniobras del despiste. También en esto la política
sensata de los partidos con trayectoria se agradece frente a exabruptos y extemporaneidades,
que en tiempos de emergencia no hacen sino distraer de los objetivos ineludibles
que, a fecha de hoy, son dos. El primero e irremplazable es atender al chorreo de
contagios y de muertes provocados por el coronavirus, todavía en una virulencia
desazonadora, en la que nuestra gran obligación es resistir a la desesperación
a través de la fortaleza individual y coral de espíritu, por un lado,
y de la exposición en el argumentario público de las autoridades de las
máximas certezas que puedan aportar, con coherencia e integridad. El segundo,
inmediato en la secuencia, subsanar con medidas contundentes pero flexibles la enorme
destrucción de empleo que, por las circunstancias, se va a ocasionar. En manos
de las administraciones está acompañar con eficiencia la impresionante
muestra de responsabilidad de muchísimas empresas que no sólo han echado
el resto para ayudar en la catástrofe sanitaria sino, además, están
buscando las fórmulas para reemprender su actividad en las mejores condiciones,
con sus trabajadores y sin más daño que los expedientes de regulación
temporal. En la vocación emprendedora, está crecer y hacer crecer.
Más allá de anuncios y prospecciones, la otra gran urgencia de hoy es
dotar de todos los instrumentos a nuestro sistema sanitario, que quizás sobrevaloramos
en cuanto a disponibilidad material, que no de recursos humanos, admirables. De
entregarles medios dependerá un desenlace que deseamos rápido.
Diario del AltoAragón
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