Estima que el total de trabajadores afectados podría rondar los 3 millones
MADRID.- La Confederación Española de la Pequeña y Mediana
Empresa (Cepyme) cree que la crisis del coronavirus supondrá una pérdida
de 300.000 empleos en 2020 si solo dura un mes, según una primera estimación
realizada por la patronal en colaboración con Ceprede.
No obstante, recuerda que el efecto final de la crisis dependerá de la prolongación
en el tiempo de esta situación, aunque si se considera una duración inicial
de cuatro semanas, podría tener un impacto directo del 0,9% del PIB, que
se elevaría hasta el 1,7% al incluir los efectos indirectos e inducidos
sobre el conjunto del sistema económico.
Cepyme asegura que la contención de la actividad durante el periodo de cuatro
semanas mencionado afectaría intensamente al empleo y en el conjunto de
2020 supondría prácticamente un estancamiento de la economía
española.
Por otro lado, en un encuentro con los medios, el profesor de economía aplicada
de la Universidad Autónoma de Madrid y autor del estudio Julián Pérez
ha señalado que temporalmente habría entre 2,5 y 3 millones de trabajadores
afectados por la crisis del coronavirus, bien sea por expedientes de regulación
de empleo, por paro o por otras situaciones, si la crisis se concentrase en un mes.
No obstante, ha dejado claro que estas cifras se irán recuperando y volverán
a sus niveles una vez se supere esta situación de crisis coyuntural provocada
por el virus. También ha explicado que el estudio incluye el efecto de la
contención del consumo, pero que no incluye otros efectos como el aumento
de la incertidumbre, la caída de los mercados financieros o el posible impacto
que esta crisis tenga en los proyectos de inversión, así como el descenso
de las exportaciones.
Los efectos, según las diferentes ramas de actividad, oscilan desde una caída
del 7,3% estimada en los servicios de hostelería o servicios de alojamiento
hasta un impacto prácticamente nulo en los servicios públicos.
De hecho, según apunta, algunas actividades de servicios públicos podría
incluso registrar un efecto positivo por efecto de las mayores necesidades de prestación
de servicios.
Junto a la restauración y la hostelería, también registrarán
caídas importantes las actividades de agencias de viajes y operadores (-6,4%),
a industria del cuero y el calzado, la confección de prendas de vestir y la
industria textil, con una caída del 5,5%, pero también las actividades
de juegos de azar y apuestas, actividades de bibliotecas o actividad de creación,
artísticas y espectáculos para los que prevé una caída del 5%.
Por detrás, se encuentran las actividades deportivas o recreativas (-4,9%),
la venta y reparación de vehículos de motor (-4%) y otros servicios
personales, que registrarán una caída del 3,9%.
Cepyme afirma que la traslación al mercado laboral de estas contenciones de
actividad se presenta también bastante incierta, dado que la respuesta de los
empresarios ante esta situación, dependerá, en gran medida de las posibilidades
que tengan cada uno de ellos de asumir nuevos recortes en sus cuentas de resultados
manteniendo las plantillas actuales ante la expectativa de transitoriedad de la
situación.
Así, alerta de que si no hay ayudas específicas para las pymes, estas
se podrían ver "especialmente afectadas", al contar con unos márgenes
de maniobra mucho más limitados que las empresas de mayor tamaño.
EL 61% DE LOS EMPLEOS SE PERDERÁN EN PYMES
De hecho, resalta que las actividades más afectadas también son donde
las pymes representan el 70% del empleo total. Asumiendo como hipótesis que
todas las caídas de actividad se trasladaran a regulaciones de empleo, ante
la imposibilidad de mantener los niveles de ocupación en un entorno de contención
de la facturación, el efecto final se traduciría en esta pérdida
de más de 300.000 empleos, de los cuales algo más del 61% se producirían
en las pymes.
De forma desglosada, durante la presentación del estudio, el profesor ha resaltado
que un total de 70.000 empleos se perderán en micropymes, la misma cifra
que en las pequeñas empresas y que unos 48.000 de estos 300.000 se darán
en las medidas empresas.
El resto, unos 50.000 empleos serán de grandes empresas y más de 70.000
del resto del sistema, que es fundamentalmente el colectivo de trabajadores por
cuenta propia. No obstante, ha insistido en que la situación es transitoria
y que una vez empiece la recuperación, estos empleos podrían retornar.
El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, ha afirmado que las pequeñas y medianas
empresas no quieren cerrar ni echar a sus trabajadores, por lo que ha afirmado que
el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) es "la mejor herramienta
para hacer un paréntesis".
Por ello, ha instado a que se permita su realización de la forma más automática
posible y que se flexibilice al máximo la tramitación, ya que ahora mismo
las grandes o medianas empresas están presentando sus ERTEs, mientras que
a las pequeñas les está costando más trabajo la presentación
de los distintos dosieres, porque no tienen departamento legal.
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