JULIÁN RUIZ MARTORELL 25/03/2020
Estimados hermanos en el Señor: Os deseo gracia y paz.
A lo largo de estos días de inquietud a causa del coronavirus estáis desarrollando
una labor ejemplar que mantiene viva la esperanza en el ser humano y sus capacidades.
Un proverbio oriental dice: "Si tienes mucho, da tus bienes; si tienes poco,
da tu corazón". En estos momentos, os estáis dando "de corazón",
y estáis entregando vuestro corazón. Dedicáis vuestro tiempo a pensar
en los demás, sin límites, sin reservas, incondicionalmente.
A través de la coordinación con los organismos públicos y con otras
entidades se está logrando hallar puntos de encuentro para atender a las personas
más vulnerables.
Agradezco vuestro testimonio vital, vuestra entrega personal, vuestra creatividad
a la hora de encontrar respuestas adecuadas a las dificultades que van surgiendo
día a día.
Sin vuestra capacidad, sin vuestra colaboración, sin vuestras iniciativas,
sería imposiblesacar adelante las respuestas que se necesitan ante la cambiante
realidad sanitaria y social que estamos viviendo y sufriendo.
A lo largo de estos días sabéis decir palabras de aliento, apoyáis
a quienes sufren, inspiráis alegría y esperanza.
En estas jornadas proyectáis vuestra luz con gestos ánimo, con sonrisas
de entusiasmo y valor, con ejemplos de fe y optimismo.
Es muy importante valorar cada palabra oportuna, cada sonrisa amistosa, cada actitud
animadora, cada pensamiento generoso, cada solución conjunta, cada iniciativa
apropiada.
La Iglesia que peregrina en Huesca seguirá trabajando de modo incansable para
afrontaresta situación desde la solidaridad, desde el compromiso, desde el
más genuino sentido de fraternidad.
Os expreso públicamente reconocimiento por vuestro ser y vuestro buen hacer,
gratitud por vuestro estímulo y valoración por vuestra actitud generosa.
Recibid mi cordial saludo y mi bendición.
+ JULIÁN RUIZ MARTORELL
Obispo de Huesca
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