El estrés y la preocupación generan un estado de hiperalerta, nos vamos a la cama cuando seguimos activados mentalmente
MADRID.- El confinamiento y la preocupación por la pandemia de coronavirus
puede alterarnos el sueño. Y para evitarlo hay que cumplir un horario regular,
tener una rutina de actividad y desconectar dos horas antes de ir a la cama,
como aconseja la Sociedad Española de Neurología(SEN).
"La alteración del sueño es una respuesta normal ante esta situación
de estrés que todos estamos viviendo en mayor o menor grado", explica
a EFE el coordinador del Grupo de Estudios de Trastornos de la Vigilia y Sueño
de la SEN, el doctor Carles Gaig.
Tras once días de confinamiento, el neurólogo considera que los trastornos
más comunes consisten en tardar en coger el sueño y en despertarse varias
veces durante la noche.
"El estrés y la preocupación generan un estado de hiperalerta,
nos vamos a la cama cuando seguimos activados mentalmente y eso hace que nos cueste
iniciar el sueño o que tengamos un sueño más ligero", apunta
el también especialista del Servicio de Neurología del Hospital Clínic
de Barcelona.
Y eso hay que combatirlo "siendo estrictos en cumplir una rutina de actividad
diaria, no podemos tomarlo como unas vacaciones. Hay que llevar un horario regular,
levantarnos e irnos a dormir más o menos a la misma hora", aconseja.
"Tenemos un reloj interno en el cerebro que marca el ritmo circadiano, lo
que dura el ciclo del día, 24 horas. Y esto significa que nos sincronizamos
con la luz, cuando nos da la luz de la mañana ese reloj se pone en hora",
indica el experto.
Por eso, recomienda que aunque estemos en casa hay que procurar que nos dé
la luz saliendo a la terraza, al balcón o teletrabajando cerca de la ventana.
"Ya que no siempre tenemos tiempo podríamos aprovechar estos días
para dormir o descansar las ocho horas aconsejadas", evitando trasnochar
o madrugar mucho.
También recomienda una dieta saludable, practicar relajación o cualquier
otro tipo de ejercicio dos veces al día, mañana y tarde, mejor que
por la noche, así como evitar la siesta o que no dure más de treinta minutos.
Y lo que es más importante, saber desconectar dos horas antes de ir a la
cama y leer, ver series o películas que nos ayuden a llamar al sueño.
Esto supone cortar con todo aquello que nos provoque un estado de alerta,
como estar pendiente de la información de la epidemia de coronavirus a todas
horas.
"Tenemos que saber controlar ese exceso de información que recibimos
del coronavirus por diferentes canales, desde el móvil a la televisión.
Es mejor informarnos dos veces al día y el resto del tiempo dedicarnos a otras
cosas", subraya Carles Gaig.
Y advierte: "Hay quien sabe manejar ese estrés pero otras personas se
van a la cama con miedo, ansiedad, preocupación o rabia y con todas esas
emociones no van a poder conciliar el sueño".
Estas recomendaciones son especialmente importantes para aquellos que están
viviendo en primera persona esta epidemia, los afectados y sus familias, recalca
el doctor.
Respecto a la niños, estos consejos se deben extremar. Son los que más
necesitan una rutina, como si fueran al colegio, y evitar sobre todo que se vayan
tarde a la cama. Esto obliga también a los padres a seguir un ritmo de actividad
diaria.
"La rutina ayuda a que el cerebro esté más preparado para dormir
pero también beneficia a la salud mental y psicológica ante unos días
que serán largos"", considera.
El neurólogo afirma que el confinamiento puede agravar el insomnio crónico,
que afecta a un 30% de la población española, y recalca que no es aconsejable
aumentar la dosis de sedantes o hipnóticos ya que "poco a poco se irán
adaptando a la situación".
Todavía es pronto para conocer a fondo si el COVID-19 tiene alguna repercusión
en las enfermedades neurológicas, por eso, en la SEN, se ha abierto un
registro para que los especialistas comuniquen si este virus repercute de alguna
manera en sus pacientes.
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