El actor valora sus trabajos para 2020, tres thrillers en los que su papel de héroe-antihéroe le permite reflexionar sobre su carrera y futuros proyectos
MADRID.- A Javier Gutiérrez le llueven los proyectos. El actor valora
sus trabajos para 2020, tres thrillers en los que su papel de héroe-antihéroe
le permite reflexionar sobre su carrera y futuros proyectos: "Soy un tipo
normal, no me veo haciendo de Bruce Willis".
Muchos le definen como la gallina de los huevos de oro del cine español a razón
de sus interpretaciones en los últimos años. Se puede decir que su brillante
detective Juan Robles en La isla mínima, allá por 2014, fue la chispa
que encendió la mecha de un éxito en pantalla que, a día de hoy,
resulta imparable.
Ya lo decía Mario Casas hace unos días en una entrevista con Efe cuando
hablaba de la película Hogar, donde comparte cartel con Gutiérrez:
"Todo lo que toca se convierte en oro", una realidad que, desde aquel
detective de 2014, se viene observando en cada uno de sus trabajos.
El desconocido (2015), El olivo (2016), 1898. Los últimos de Filipinas (2016),
las series Estoy vivo (2017) y Vergüenza (2017), El autor (2017) o Campeones
(2018), títulos que dan crédito a la carrera del que es uno de los
grandes actores de la escena española.
Sin embargo, el asturiano huye, en cierto modo, de vanagloriarse o mitificar
su trabajo con un simple "soy un tipo muy normal" al hablar de su papel
en el thriller policiaco Bajocero.
Una película, pendiente de estreno en 2020, en la que el papel de Gutiérrez
como policía encargado de trasladar a un grupo de presos de máxima seguridad
de un penal a otro adquiere cierto matiz heroico.
"En Bajocero no es que sea Bruce Willis ni mucho menos, pero sí
que mi personaje es una especie de héroe, muy a su pesar, o de antihéroe,
depende cómo uno lo mire", argumenta.
Junto al filme, de la que el actor reconoce sentirse "orgulloso" por
el "duro trabajo" realizado, Gutiérrez habla de La hija, un thriller
que, como muchos otros, ha tenido que posponer su rodaje como medida de seguridad
ante la crisis del coronavirus.
El largometraje, según el actor, será "una de las sorpresas de
la temporada": "La película es de Manuel Martín Cuenca, con
el que es un lujo volver a coincidir. Es una maravilla de guion y a poco que lo
hagamos bien creo que va a ser una de las sorpresas y uno de los títulos de
la próxima temporada", augura.
A ambos trabajos se une el de Hogar, ya disponible en Netflix, un proyecto
al que Gutiérrez, "sin dudar", dijo que sí: "¡Menudo
viajazo y menudo personaje tengo que defender!", exclama el actor cuando rememora
lo que pensó al tener, por primera vez, el guion en sus manos.
"Es una película idónea a los tiempos que corren, que habla sobre
el egoísmo atroz del ser humano. Es un viaje a los abismos más profundos
o la negrura más espesa", apunta Gutiérrez, quien destaca el "talento"
de los hermanos Pastor, directores de la cinta, así como "la seriedad y
profesionalidad" que Casas imprimió a su interpretación.
El actor, que acaba de estrenar la tercera temporada de Vergüenza y
está a la espera de comenzar a rodar, después de verano, la cuarta entrega
de Estoy vivo, reflexiona sobre sus últimos trabajos y reconocer tener ganas
de participar en una comedia.
"Me apetece mucho volver a hacer este género. La comedia es algo muy
serio y para hacer una buena hay que tener muy buen guion y las que me han llegado
en estos últimos tiempos, por desgracia, no me han ilusionado", admite
el actor quien, como buen fan de Los Soprano, comenta que sería "sensacional"
poder ponerse "en la piel de uno de los secuaces de Tony Soprano".
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