Los capitanes de Primera y Segunda División se han reunido con la AFE
HUESCA.- La mayor preocupación de los jugadores del fútbol profesional
de cara a reanudar la competición es que se pueda garantizar su salud. Así
se lo han hecho saber a la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) los
capitanes de los equipos de Primera y Segunda División, que son partidarios
de finalizar la temporada siempre y cuando les aseguren que su salud no va a peligrar
por la pandemia del COVID-19.
Ese ha sido uno de los principales puntos tratados en las reuniones de urgencia
que ha tenido la AFE con los capitanes de los clubes de Primera el viernes y de
Segunda ayer, junto al tema de los ERTE y la reducción de salarios. El mismo
viernes, LaLiga instó a los clubes a presentar un ERTE "por causas de fuerza
mayor" para mitigar las pérdidas económicas que van a sufrir,
especialmente si no se pueden concluir las ligas. Esto llevó a la asociación
presidida por David Aganzo a adelantar las reuniones con los capitanes de los equipos,
que estaban previstas para la semana que viene, a este fin de semana.
Estos encuentros convocados por el sindicato han permitido, según fuentes del
mismo, que los jugadores intercambiaran información sobre la situación
en sus respectivos clubes, horas después de ese comunicado de LaLiga instando
a los clubes a iniciar ERTE.
La postura de AFE es contraria a esta medida al entender que los jugadores mantienen
su actividad porque se entrenan. De hecho, los futbolistas resaltaron que hay plantillas
que ya se han rebajado el salario y que siguen abiertas negociaciones con los clubes
al respecto. Este último es el caso, entre otros muchos, del Huesca, que no
contempla un ERTE pero sí buscar un acuerdo con la plantilla para esa posible
bajada de los sueldos.
LaLiga trasladó el jueves a la AFE sus previsiones de pérdidas por esta
situación y su intención de que los jugadores asuman un porcentaje de
las mismas. En el peor de los escenarios, si la temporada no se puede acabar, la
patronal estima que perdería 95,6 millones de euros y plantea que jugadores
y clubes se hagan cargo de entre un 53 y un 47 por ciento. En caso de terminar
con partidos a puerta cerrada, esas pérdidas serían de 303,4 millones
y LaLiga propone que los jugadores "aporten" entre el 54 y el 46 por ciento.
Y si se finaliza el curso con afición, de los 156 millones que se dejarían
de ganar, pediría que futbolistas corrieran con entre el 51 y el 49 por ciento
de esa cifra.
De lo que apenas se habló en esas reuniones es de un posible calendario para
reanudar la actividad, dada la situación de alarma decretada el país
y la incertidumbre sobre su duración.
La AFE confirmó que trabaja en la elaboración de propuestas sobre el documento
de LaLiga para un protocolo de vuelta a los entrenamientos y que trasladará
las mismas también a los jugadores.
El viernes, el sindicato se reunió además con los capitanes de los cuatro
grupos de Segunda división B, que mostraron su unanimidad ante la necesidad
de garantizar la protección de la salud en el momento en que se pueda retomar
la actividad. La semana que viene contactará con los clubes de Tercera y los
de fútbol femenino.
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