Se van a repartir un millón de pruebas y se quiere controlar sobre todo las residencias
MADRID.- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está pensando
ya en las medidas que llevar a cabo tras confirmarse
la ralentización del avance del coronavirus en España, de modo
que prepara una etapa de "transición" caracterizada por una campaña
de test "masivos" y el aislamiento de los asintomáticos.
Sánchez celebró este domingo, como es habitual desde que se declaró
la emergencia sanitaria por covid-19, una nueva reunión por videoconferencia
con los presidentes autonómicos, a los que expuso parte del plan que quiere
implantar cuando se inicie la llamada "desescalada".
Lo hizo en una jornada en la que llegó a 12.418 el número de muertos
por coronavirus, tras sumar otros 674 fallecidos en las últimas 24 horas
(un 5,7 % más) en las que se han contabilizado además 6.023 nuevos contagiados,
que ya alcanzan la cifra de 130.759 después de incrementarse la cifra en un
4,8 %.
Estos datos muestran una nueva ralentización
de los incrementos de nuevos casos confirmados y de fallecimientos, que
crecen, pero a un ritmo menor que en jornadas anteriores.
Por un lado, Sánchez anunció a los presidentes la entrega entre este
domingo y hoy de un millón de test. Sanidad ha comprado cinco millones,
precisó su titular, Salvador Illa, y se repartirán en próximas fechas.
CONTROL DE RESIDENCIAS E INSTALACIONES
Por otro lado, les pidió que antes del miércoles que viene envíen
al Gobierno datos precisos sobre la situación en las residencias de mayores
tanto públicas como privadas. El Ejecutivo quiere hacer un seguimiento
exhaustivo de cómo están las personas que viven en dichos centros,
el grupo de población ahora mismo más vulnerable y uno
de los mayores focos de contagio estas semanas.
También les emplazó a que antes del próximo viernes le enumeren en
un listado las infraestructuras que puedan acoger, en cuanto sea necesario, a personas
a las que se les ha diagnosticado covid-19 pero son asintomáticas. Se les
aislará si "así lo desean", en palabras empleadas por Illa.
De esta manera Sánchez perfiló ante los presidentes autonómicos dos
ejes fundamentales de la siguiente etapa de "transición", que,
como dijo el sábado, "no será suave" y no admitirá "la
relajación".
El ministro de Sanidad lo corroboró este domingo al asegurar que no se puede
"desperdiciar" el "enorme esfuerzo" que los ciudadanos están
haciendo y que seguirán haciendo, ya que al menos permanecerán confinados
en sus casas hasta el 26 de abril, siempre y cuando el Congreso autorice
la nueva prórroga.
España está haciendo ahora mismo entre 15.000 y 20.000 test diarios,
precisó el ministro, lo que sitúa al país en la "banda alta"
de número de diagnósticos al día en el mundo. Pero habrá que
hacer más.
El millón de test PCR que llegará en breve a España, así
como el segundo millón que aterrizará a lo largo de la semana que viene,
según sus explicaciones, permitirán hacer "un cribado" inicial
en las zonas de más alta incidencia de coronavirus, en concreto en hospitales
y en residencias de ancianos.
Las pruebas se irán generalizando porque la clave para atajar la epidemia
radica en la detección precoz de los asintomáticos, que al no sentir molestias,
pueden facilitar la propagación de la enfermedad y favorecer que se produzca
una segunda ola, que sería "peor", advirtió este domingo Sánchez.
El instituto de Salud Carlos III ha probado la fiabilidad de esos test, en
cuya producción se implicarán empresas españolas. También fabricarán
"kits" de extracción, igualmente esenciales.
El uso de estos instrumentos tiene una derivada también crucial, la posibilidad
de analizar la inmunidad que la población española ha generado a la
covid-19.
ESTUDIO SOBRE LA INMUNIDAD
El Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias confirmó
también este domingo que está ya en preparación un estudio sobre
el porcentaje de inmunidad, avanzó su jefa de área, María José
Sierra.
Éste es otro eje de la siguiente etapa, en concreto conocer cuánta
población ha desarrollado anticuerpos a la enfermedad.
Como lo será el más que probable uso generalizado de mascarillas,
algo que el Gobierno aún no ha confirmado que pedirá porque, como ha subrayado
Illa, no se exigirá a la ciudadanía nada que no se pueda cumplir.
Los expertos con los que trabaja el Gobierno reconocen que son un elemento que
puede ayudar.
Por tanto, urge garantizar el suministro en un mercado convulso por la alta demanda,
así que Illa se ha felicitado de haber "regularizado" la entrega de
distinto material, especialmente respiradores y mascarillas. Sanidad
ha repartido 38 millones de piezas, de las que 28 millones son mascarillas.
Además, el Gobierno
ha comprado 1.534 respiradores, a los que se deben sumar 2.070 de donaciones
y los que provienen de la capacidad nacional, es decir, de empresas incardinadas
en España, como Seat, que garantiza la fabricación de 300 al día.
En breve llegarán los más de 100 comprados a una empresa turca una
vez resuelto un incidente con Turquía, que los tuvo retenidos.
Sánchez quiere anticiparse a las fases que vaya marcando la evolución
del coronavirus, pero también a los hechos políticos.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, elogió la actitud de los presidentes
autonómicos, cuya contribución a unos hipotéticos nuevos Pactos
de la Moncloa, reedición de los firmados en 1977, puede ser muy relevante.
El Gobierno los abordará, recalcó el titular de Transportes, José
Luis Ábalos, con el mismo objetivo que los de hace más de 40 años:
relanzar la economía después de la brutal crisis provocada por el coronavirus,
pero siempre en defensa de la democracia, por lo que quedarán fuera quienes
"no la quieran".
Ábalos reprobó asimismo que el líder de Vox, Santiago Abascal,
no atendiera a la llamada del sábado realizada por Pedro Sánchez.
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