El consejero delegado de la SD Huesca habla de un año "particularmente intenso"
MIGUEL ÁNGEL BLASCO 19/04/2020
HUESCA.- En apenas un mes Manolo Torres cumplirá un año como consejero
delegado del Huesca. Desde el "huracán" Oikos, que sigue su curso,
hasta el coronavirus y con la competición frenada. Toda una experiencia "particularmente
intensa", dice, de la que se siente privilegiado y con la que ha constatado
la fortaleza de una entidad "con una estructura sólida" y en crecimiento.
- De la Oikos al coronavirus y con la temporada paralizada. ¿Lo suyo fue
llegar y besar el santo?
- Ha sido un año para torear con victorinos. También es un máster
avanzado en el fútbol y en esta situación tan atípica que nos está
costando vivir.
- ¿Se ha arrepentido en algún momento de haber asumido el cargo?
- En ningún caso. Es una tarea difícil y sufrida, por las circunstancias
que nos ha toc ado llevar, pero también muy bonita. Y también un privilegio
poder estar al frente del consejo de administración de un club como la SD Huesca.
- ¿Si tuviera que hacer un análisis de situación del Huesca, qué
diría?
- Que el Huesca ha pasado de vivir el momento más bonito de su historia, con
el ascenso y el paso por la Primera División, y también por el más
complicado, que aún está allí (alude a la Operación Oikos),
pero que ha puesto en valor la fortaleza de la afición y un proyecto que tiene
toda la ilusión y los elementos para seguir creciendo.
- Lo último ha sido la negociación con los jugadores. En algunos clubes
que han aplicado el ERTE se advierte una ruptura entre la plantilla y la directiva.
¿El acuerdo en el Huesca para evitar el ERTE ha medido la fortaleza del club?
- El acuerdo responde a una cuestión de responsabilidad y predisposición
de todos los que formamos el club. Responsabilidad, porque evidentemente es una
situación anómala, que puede suponer un quebranto económico de la
entidad y tenemos que disponer contemplar medidas que puedan mitigarlo. Y de responsabilidad
también no solo hacia el resto de los trabajadores que no son plantilla deportiva
sino también para toda la sociedad. El ERTE es un mecanismo pensado para aquellas
empresas que han tenido que echar la persiana y que protege los puestos de trabajo
pero que tiene un alto coste para el erario público. Nosotros afortunadamente
hemos tenido un margen para la negociación. Evidentemente, si hay otras alternativas
con las que se evitan las cargas al erario público, que al final somos todos
nosotros, debemos tratar de recurrir a ellas. Y también está el compromiso
y la predisposición para poder alcanzar acuerdos. Respecto a los jugadores,
solo puedo manifestar nuestro agradecimiento y la constatación de que son futbolistas
comprometidos y que responden al perfil y al estilo de la SD Huesca.
- ¿Esto le va a hacer más fuerte al Huesca?
- Yo creo que lo que nos está pasando este año nos va a hacer más
fuertes. Si nos retrotraemos al 28 de mayo y vemos cómo se ha ido construyendo
el equipo y cómo ha ido disputando la competición y estar situados en
posición de playoff con plenas posibilidades de luchar por un ascenso, responde
a que los cimientos del club son sólidos para seguir creciendo.
- ¿Han evaluado si el club va a tener pérdidas esta temporada con el
frenazo de la competición?
- Están valoradas y por eso se plantea un acuerdo. Todo va a depender del escenario
definitivo que nos encontremos. Son factores exógenos al club, que no podemos
controlar, y sí que puede haber situaciones de quebranto. Por eso hemos tratado
de establecer medidas que nos protejan.
- ¿Qué ambiente han visto en las diferentes reuniones de LaLiga en
las últimas semanas sobre el final de la temporada ¿Hay unanimidad para
querer acabar la temporada o se ven fisuras por intereses personales?
- De todo hay, pero todos son conscientes de que la competición es de todos
y por tanto todos la tenemos que cuidar y tratar de que se ajuste al mayor criterio
de justicia posible. Y deportiva y económicamente lo más justo, si se
puede, es acabar. Los que están en una posición de privilegio pueden tener
unos intereses y los que no lo están, pueden tener otros. Pero los criterios
de justicia deportiva deben imperar. Si la pandemia lo permite, tenemos tiempo y
podemos hacerlo, debemos poner el máximo esfuerzo para que así sea.
- Se han marcado muchos protocolos sanitarios y de seguridad, pero lo único
que no se encuentra es el momento de volver. ¿Usted cree, como ha dicho el
propio doctor Fernando Sarasa, que a entrenar se podría volver?
- Nuestra responsabilidad es pensar, si volvemos, cómo lo vamos a hacer y contemplar
esa posibilidad. El regreso lo va a marcar la evolución de la pandemia porque
es una situación sanitaria que trasciende no solo al fútbol sino al resto
de sectores. Pero también es razonable pensar que enfrente de mi casa hay una
obra en la que se está trabajando cumpliendo con las normas de sanidad, una
vuelta a los entrenamientos bien organizada y con unos protocolos puede determinar
que se pueda entrenar primero individualmente y luego a nivel grupal. En cierto
modo no tiene sentido que se pueda trabajar en una obra y no en una instalación
acotada para los profesionales.
- En caso de volver todo apunta a que será a puerta cerrada y durante mucho
tiempo, incluso más allá de esta temporada.¿Se ha evaluado cuánto
puede ser el fútbol sin aficionados en el campo?
- Todo lo que sean aglomeraciones va a venir determinado por el control que se tenga
de la pandemia y eso pasa por la aparición de fármacos eficientes.
- ¿Qué respuesta ha tenido el frenazo a la competición de abonados,
patrocinadores e instituciones?
- No tenemos más que palabras de agradecimiento a la afición, al grupo
de empresas que están con nosotros y a las instituciones. El Huesca es un proyecto
de territorio de toda la provincia y nos hemos sentido muy respaldados por todos.
Tratamos de devolver a la sociedad todo lo que nos da con nuestros programas, como
el de la Ruta de Valores, o las actuaciones que tanto el club como nuestros jugadores
han tenido con el COVID y la aportación de material sanitario o dinero. Entendemos
el Huesca como un proyecto que tiene que devolver a la sociedad parte de lo que
recibe.
- ¿Y después de un año tan intenso confía en un final feliz
para el club?
- Yo tengo plena confianza en la trayectoria del equipo y me gustaría que tuviera
un final feliz en todos los aspectos. Ha sido un año difícil por todos,
por empezar con la Oikos y por tener ahora que afrontar esta situación de crisis
sanitaria, que no deja de ser anómala. Estoy seguro de que si retomamos la
competición, como parece, estaremos con opciones de volver a llegar a ese final
feliz. Pero sobre todo, competir al máximo y llegar hasta donde podamos.
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