El Huesca se ha mantenido durante el transcurso de la competición siempre arriba, pese al complicado verano que vivió hace un año y que no ha impedido que se cumpla el objetivo
JAVIER GARCÍA SALVATIERRA 31/07/2020
HUESCA.- 17 de julio de 2020. 20 de julio de 2020. Dos fechas para una temporada
histórica del Huesca. Fin a un curso que empezó con el club luchando
contra viento y marea. El final no ha podido ser más feliz: ascenso
a Primera División y Campeones.
Más allá de la apariencia de utopía, la realidad es que el equipo
comandado por Míchel Sánchez ha sido regular, se ha mantenido siempre
en la zona alta y ganó en los dos partidos en los que debía hacerlo,
los dos últimos. Al descenso a Segunda, le
siguió la Operación Oikos. Míchel no rebló, y costó
cerrar la plantilla. En la estancia en Benasque, el entrenador madrileño no
contó ni con la mitad del plantel con el que cerró el verano.
Eso no impidió que el Huesca iniciara el campeonato con sendas victorias
ante Las Palmas y Deportivo. En las primeras jornadas, jugó de titular
Kike Hermoso, fichado para el filial Ejea pero que era el único central disponible
junto al capitán, Jorge Pulido. Pablo Insua estaba lesionado, Josué Sá
llegó poco antes de que acabara el mercado y Toni Datkovic, ya sobre la bocina.
Pero el fichaje más mediático llegó sobre la bocina. Fue Shinji
Okazaki, a quien el Málaga se vio obligado a dejar libre para cumplir con
el límite salarial. El japonés es una de las estrellas de su país
y campeón de la Premier League inglesa tres años atrás.
Histórica fue la convocatoria del portero Álvaro Fernández con
la selección sub-21, con la que debutó en octubre (un mes después
se sumó Sergio Gómez). En su ausencia, el Huesca se impuso al Sporting
y culminaba un inicio de tres triunfos en cuatro partidos. Pero el equipo sufrió
dos derrotas consecutivas ante Numancia y Albacete y, en la jornada 6, quedó
en séptima posición. Primera vez en la temporada en la que los azulgranas
estaban fuera de las plazas de ascenso directo y play off... y la última.
De las siguientes cinco citas, tres acabaron en victoria, una supuso un empate
y solo se dio una derrota. Tras perder también en Cádiz, el Huesca
cuajó dos buenas actuaciones en El Alcoraz con triunfos ante Elche y Oviedo,
con un punto sumado en Tenerife de por medio. En ese momento, el Huesca se situaba
en ascenso directo, algo que no ocurría desde la segunda jornada.
No todo eran buenas noticias. Insua y Doukouré no terminaban de recuperarse
de sus graves lesiones, con problemas musculares que les impedían entrar
en dinámica de grupo.
El Huesca cayó en Fuenlabrada, pero volvió a cosechar dos victorias
seguidas frente a Ponferradina y Alcorcón. El equipo había dejado
la puerta a cero en nueve de las dieciocho jornadas y era el menos goleado del campeonato.
Además, era tercero empatado con el segundo, el Almería. Sin embargo,
dos derrotas consecutivas con Rayo Vallecano y Mirandés generaron las primeras
dudas. Los azulgranas estaban a solo tres puntos del play off, pero por detrás,
el séptimo estaba a dos de los de Míchel.
Tras superar la primera ronda copera en Laredo, uno de los partidos más esperados:
el derbi aragonés en El Alcoraz, en el último choque del 2019 y
de la primera vuelta. Los azulgranas vencieron por 2-1 para cerrar el año con
buen sabor de boca.
El 2020 comenzó con luces y sombras: los de Míchel ganaron sus dos
compromisos en El Alcoraz (y remontando en ambos por primera vez), pero vio
cómo a domicilio se escaparon cuatro puntos por dos goles encajados en Elche
y Oviedo en el último minuto, además de ser eliminados en Copa del
Rey. Acabó enero y así la última oportunidad de fichar, y se
unieron Rafa Mir y Mboula.
Los azulgranas no eran capaces de ganar más de dos partidos seguidos. Tampoco
los perdían. Desde la primera jornada de la segunda vuelta, estuvo cuarto
hasta la 35.
Hubo partidos en los que volvieron a volar puntos al final (Girona y Extremadura),
el Huesca se impuso a un rival directo como el Almería y también hubo
tiempo para la polémica con el arbitraje de Ais Reig en Vallecas, perjudicial
para el conjunto oscense. Salió de todo eso el conjunto dirigido por Míchel
derrotando al Fuenlabrada el 7 de marzo en uno de los mejores partidos de
la temporada de un equipo que volvió a dejar la portería a cero trece
jornadas después...
Pero entonces el país se vio obligado a parar casi toda su actividad por
el coronavirus. El estado de alarma obligó a los jugadores a entrenar en
sus casas con la incertidumbre de saber cuándo se reanudaría la liga.
Finalmente, se pudo volver a jugar y, tras un mes de una pretemporada extraña,
con fases de entrenamientos individuales, en grupos reducidos y con toda la plantilla,
el fútbol español regresó el 10 de junio. Dos días después
lo hizo el Huesca, que estaba cuarto a cinco puntos del ascenso directo.
Casi cien días después volvió a rodar el balón, con victoria
en Málaga. Después, sólo sumó dos puntos en tres jornadas.
Con siete choques por delante, el Huesca sabía que no podía fallar y cumplió.
El derbi contra el Real Zaragoza fue un punto de inflexión, ya que el gol de
Javi Galán en la última acción y la posterior victoria ante Las Palmas
dejaron al Huesca segundo.
Los de Míchel ya no se bajaron del ascenso directo, pese a la derrota en
Riazor. Ser el primer equipo que como local ganó al Alcorcón fue un
pequeño aperitivo de las hazañas por venir. Y eso que se complicó
en la antepenúltima jornada, cuando el Huesca perdía ante un descendido
Racing.
Fue un mazazo, pero la derrota del Zaragoza dio alas al conjunto oscense,
ya que seguía dependiendo de sí mismo. Y ahí no falló. Aparecióel
mejor Huesca para golear al Numancia en El Alcoraz y esos tres puntos,
gracias a que perdieron Almería y Zaragoza, certificaron el ascenso
celebrado en familia en un estadio con gradas vacías. La guinda se sirvió
la última jornada, en la que el
Huesca se hizo con el título de campeón de Segunda por primera
vez en su historia
EL SUEÑO CUMPLIDO
Era, como definió el alcalde de Huesca, Luis Felipe, "otro sueño
cumplido" después de "semanas ilusionándonos" para hacer
realidad lo que "todos los oscenses, de la capital y la provincia, deseábamos".
La propia vicepresidenta de la Diputación, Elisa Sancho -seguidora irredenta
estos años-, expresaba que, "sin reblar, luchando con tesón, los sueños
se hacen realidad", y apreció que "ayudará a la recuperación
social y económica del Alto Aragón".
El
presidente Lambán apeló al "mérito extraordinario" del
Huesca y la promoción de la marca Huesca y Aragón.
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