El cantante imparte un taller de escritura creativa de canciones en Ibercaja
HUESCA.- Los martes se han convertido en el día más especial de
la semana para el cantante Pecker, que imparte un taller de escritura creativa
de canciones en el Centro Ibercaja de Huesca.
Un grupo de privilegiados se nutre de la experiencia del oscense, que muchos años
antes de comenzar su exitosa trayectoria aprendió a componer sin que nadie
le explicara cómo hacerlo, siguiendo su instinto y escuchando mucha música.
"Después de haber publicado tantas canciones, pensé en diseñar
un curso que a mí me hubiera gustado encontrarme cuando tenía catorce
años y empecé en esto", confiesa Raúl Usieto, verdadero nombre
del artista.
Lo más importante de la formación es "estimular la creatividad
de la gente" e intentar ayudar a "dirigir esas ganas de escribir y convertirlas
en ideas" para un tema. "En realidad no sigo una metodología obligatoria,
pero la experiencia me ha dicho que lo mejor que puedes hacer es trabajar, ya que
no me atrevería a decir que la inspiración existe", señala el
cantante.
Para él, lo más importante a la hora de crear una canción serían
"los estímulos", que normalmente aparecen "en la música
que escuchas" y otros elementos "como el cine, la literatura o la propia
vida".
El primer paso que realiza es "componer la música", trabajando "una
armonía" que le gusta, sobre la cual intenta "improvisar melodías
que caminen bien sobre ella". Cuando el resultado le seduce y le atrapa, Pecker
busca "una letra que encaje con el carácter sonoro de la canción",
cuenta.
En algunas ocasiones, el cantante confiesa que ha experimentado "algún
brote creativo" que se manifiesta en forma de "una melodía o frase
flipante", que aparece "repentinamente" en su cabeza.
"Cuando eso ocurre hay que aprovecharlo, pero cuando no viene, lo mejor que
se puede hacer es trabajar, coger la guitarra, improvisar y echarle horas hasta
que salga algo interesante", matiza el autor de temas como El azul y el
grana, Acapulco o Supernova.
Los beneficios que puede aportar este curso al alumnado son innegables y pueden
ayudar, entre otras cosas, a la comunicación. "Muchas veces es muy difícil
expresar con palabras algunos sentimientos y emociones, mientras que con la
música puede resultar más fácil", afirma.
"Crear una canción también puede ser una necesidad vital por una catarsis
y eso siempre viene bien para la salud mental y física, porque cuando
lo hacemos liberamos un montón de estrés y oxigenamos el cuerpo",
agrega.
Aunque la idea de realizar este curso surgió meses antes de la crisis del coronavirus,
el músico confirma que ahora es una ocasión perfecta para impartir
esta formación y reinventarse.
"Es una buena herramienta en estos momentos en los que no hay mucha música
en directo. Hay que buscar otras fórmulas y nos salvará la imaginación",
sentencia el cantante, que está disfrutando tanto esta experiencia que espera
impartir otros talleres en el futuro.
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