Illa, ha pedido a la ciudadanía "un esfuerzo más", porque según ha advertido están por venir "meses muy duros"
MADRID.- El Congreso de los Diputados ha avalado este jueves con una gran mayoría
la prórroga por seis meses, hasta el 9 de mayo, del estado de alarma, que
servirá de paraguas legal ante las medidas que habrá que tomar para afrontar
la segunda ola de la pandemia.
Un periodo para el que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha pedido a la
ciudadanía "un esfuerzo más", porque según ha advertido están
por venir "meses muy duros" y porque la situación, ha reconocido,
es ya "muy preocupante" con los contagios y la presión hospitalaria
en ascenso.
El debate sobre esta prórroga, que es muy distinta a las de la primera ola
-en este caso dura seis meses y no quince días y tiene a las comunidades
como autoridades delegadas en lugar de al Gobierno como mando único-, se
ha saldado con un apoyo mayoritario del que se han desmarcado Vox, con su voto en
contra, y el PP y otros partidos como Bildu y JxCat, UPN y la CUP, que se han abstenido.
El Gobierno se ha asegurado esta holgada mayoría a cambio de aceptar varias
condiciones relativas al control parlamentario y a la revisión de la alarma.
Así, el presidente comparecerá cada dos meses en el Congreso para
informar de la situación y el ministro lo hará una vez al mes. Además,
el Ejecutivo ha incluido la oferta que Sánchez hizo ayer a Casado para pedirle
su apoyo, aunque no lo haya obtenido, de forma que en cuatro meses se revisará
el estado de alarma.
De este modo, el 9 de marzo la Conferencia de Presidentes podrá acordar pedir
al Gobierno, por recomendación del Consejo Interterritorial de Salud, el
levantamiento del estado de alarma, si las circunstancias epidemiológicas
lo permiten.
En este debate, Salvador Illa ha basado su defensa de la prórroga en los
datos epidemiológicos que reclaman el endurecimiento de las medidas, y
ha recordado en todo momento que en esta segunda ola son las comunidades las autoridades
delegadas que deben decidir las medidas a tomar según la situación de
sus territorios.
Ha centrado también su intervención en reclamar unidad ante la pandemia,
y ha dedicado buena parte a reprochar al PP que no apoye la prórroga y lamentar
que "retroceda" y se vuelva a colocar, ha dicho, más cerca de Vox.
Del otro lado, los partidos de la oposición han coincidido en sus reproches
al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por no haber sido él quien
compareciese ante la Cámara para defender esta larga prórroga.
Así, ha sido el propio líder del PP, Pablo Casado, quien ha querido
intervenir para criticar la ausencia de Sánchez, al que ha reprochado
que no dé la cara para defender esta medida excepcional de recorte de libertades
y le ha acusado de querer gobernar siempre "por decreto" y "sin contrapeso"
y ha justificado su "abstención crítica" ante este "atropello
legal".
Casado ha tenido su cruce de reproches con Illa, quien ha lamentado que una
semana después de distanciarse claramente de Vox el presidente de los populares
haya "retrocedido de nuevo" y no haya aunado fuerzas con el Gobierno y otros
partidos para encarar esta segunda ola unidos.
"El viaje al centro no significa estar en el medio. La abstención es
ausencia de posición", ha advertido el ministro. Y Casado le ha respondido
duramente por arremeter contra la oposición y ha denunciado la "arrogancia"
y la "irresponsabilidad" del Gobierno en su gestión de la pandemia.
El PP también se ha llevado las críticas de su rival por la derecha.
El líder de este partido, Santiago Abascal, que ha confirmado que mañana
recurrirán la alarma ante el Tribunal Constitucional, ha arremetido contra
el PP por no votar en contra.
Y aunque Ciudadanos ha votado a favor de la prórroga, especialmente
dura ha sido su líder, Inés Arrimadas, quien ha reprochado al Gobierno
que se "borre" de la gestión delegando en las comunidades y también
ha afeado duramente a Sánchez su incomparecencia.
Con un tono bien distinto, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha defendido
la prórroga frente al "pimpampum" de la oposición, porque considera
que propicia el marco adecuado para hacer frente a la pandemia.
Todo en un debate en el que se ha plasmado la ruptura de los diputados de JxCat,
al desmarcarse los cuatro miembros del PDeCAT, que han votado a favor en lugar
de abstenerse.
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