Los cerca de cien participantes en la primera sesión visitaron Enplater y asistieron a una cena en la que se rindió homenaje póstumo a Carlos López.
SARIÑENA.- La Asociación Monegros Empresarial celebra este año
sus décimas Jornadas Empresariales con tres convocatorias agrupadas bajo la
denominación "Monegros en Movimiento". "Su objetivo es transitar
el territorio monegrino, conocer a empresarios y compartir experiencias", explicó
la presidenta del colectivo, María Jesús Laguna.
La primera de las jornadas se celebró en Sariñena, coincidiendo con la
XVI edición de Estepárea y el IV Foro Empresarial, y participaron casi
un centenar de personas, que primero realizaron una visita a la empresa Enplater
-dedicada a la impresión en huecograbado para embalajes flexibles y dotada
de un alto nivel tecnológico-, y acudieron a continuación a una cena en
la que se rindió homenaje póstumo a Carlos López, del Grupo López
Marín.
Las siguientes jornadas están previstas los días 6 y 20 de octubre. La
primera incluirá una visita a la empresa Tecmolde, ubicada en Loporzano, y
una conferencia, todavía por determinar, en Grañén. La última
sesión se trasladará hasta Bujaraloz, con la entrega de los premios empresa.
Según la presidenta de la Asociación, "el objetivo este año es
trasladar las jornadas a distintos puntos de la geografía monegrina, con el
ánimo de dar a conocer a nuestros asociados y monegrinos otras empresas y los
servicios que ofrece nuestro territorio".
En la inauguración de las jornadas, el pasado viernes y de la mano del director
de DIARIO DEL ALTOARAGÓN, Javier García Antón, se realizó el
homenaje al empresario fallecido Carlos López Luesma. La junta directiva de
la agrupación, familiares y amigos recordaron algunas de las cualidades del
empresario y María Jesús Laguna entregó a su esposa, Paquita Marín,
una escultura realizada por Pedro Ania, que representa el logotipo de la asociación.
"Se trata de un homenaje a Carlos, muy querido, que junto a su esposa Paquita
creo escuela, dio un valor añadido al servicio, a su empresa y a Los Monegros
participando y colaborando en proyectos que han dejado una profunda huella entre
los que le conocimos", dijo la presidenta de los empresarios.
García Antón dijo que "Carlos López Luesma ha llegado a abrazar
la cima de la vida hasta dejarla en manos de sus seres queridos. Y, con la vida,
el legado de una permanente lección de ética y trabajo que hoy enriquece
a todos cuantos con él rozaron durante su existencia".
Según su esposa, Paquita Marín, aunque está empresa siempre fue cosa
de los dos, Carlos era el emprendedor por naturaleza, "siempre tenía nuevos
proyectos en su cabeza, era una persona con iniciativa, perseverante, muy trabajador
y en constante formación, no paró nunca de evolucionar, pero su principal
cualidad era el carisma que poseía", porque conseguía inspirar a los
que le rodeaban con el objetivo de sacar lo mejor de ellos, a través de su
experiencia y de sus acciones. Sus clientes y sus trabajadores tenían plena
confianza en él, y era una fuente de inspiración.
Además, su amigo Antonio Lacoma, pronunció unas palabras de recuerdos
y anécdotas sobre sus aficiones y sus charlas sobre negocios. "Carlos tenía
intuición, constancia, entusiasmo y pasión, tenía muy claro que la
diferenciación le llevaría al éxito, además de ser muy responsable,
tanto con su empresa, con el medio ambiente como con sus empleados, a los que se
negó a rebajar el sueldo cuando llegó la crisis, porque Carlos y Paquita
respetaban el trabajo que desarrollaban".
El legado de Carlos, siempre apoyado por Paquita, lo ha sabido transformar y continuar
su esposa y pronto lo recogerán sus hijos, Alejo y Sergio, porque una semilla
tan fuerte nunca se desvanece y su familia, amigos y Los Monegros nunca olvidarán
ese entusiasmo, esa vitalidad y esa fuerza que tenía y trasmitía.
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