Minuto de silencio en Huesca para condenar el "brutal asesinato" de Naiara y mostrar el pésame a su familia.
La subdelegada del Gobierno en Huesca, María Teresa Lacruz, aseguró ayer que en el caso del asesinato Naiara, la niña de 8 años de Sabiñánigo que murió el pasado sábado tras recibir una brutal paliza, "no ha fallado nada, lo único que ha fallado es la persona que ha asesinado a la niña, que espero y deseo que esté largo tiempo donde tiene que estar para evitar que vuelva a suceder con otras personas, porque no tiene nombre lo que se ha hecho con esa niña".
MERCEDES PORTELLA/D.A. 11/07/2017
SABIÑÁNIGO/HUESCA.- Así se manifestó la subdelegada del
Gobierno en Huesca tras el minuto de silencio que se guardó a las 12 del mediodía
de ayer en la plaza Cervantes de la capital oscense en recuerdo de Naiara. En el
acto también estuvieron presentes el alcalde de Huesca, Luis Felipe, acompañado
de las ediles Pilar Novales y Carmen García; el delegado del Gobierno de Aragón
en Huesca, José Luis Abad; la directora provincial de Educación, Olga
Alastruey; y el director provincial del IASS (Instituto de Servicios Sociales),
Eloy Torre, junto a personal tanto de la Subdelegación como de la Delegación
del Gobierno y del Concejo oscense.
Al término de la concentración, María Teresa Lacruz manifestó
que con el minuto de silencio se quiso lanzar un mensaje de condena del "brutal
asesinato de una niña que no tiene sentido", así como trasladar "nuestra
solidaridad y pésame a la familia, a sus amigos, a sus compañeros de clase
y a todo Sabiñánigo en general".
"Espero y deseo -añadió- que todo el peso más absoluto de la
ley recaiga en el responsable", y recordó que el presunto asesino está
desde la noche del pasado sábado en la prisión de Zuera, de manera provisional
y sin fianza.
Lacruz, que dijo que ni la Subdelegación ni la Delegación del Gobierno
tenían constancia de posibles denuncias previas, recordó que el caso,
que está investigando el Juzgado número 2 de Jaca, está bajo secreto
de sumario.
ENTERRADA EN SABIÑÁNIGO
Por otra parte, ayer se enterró a Naiara en el cementerio de Sabiñánigo.
La familia buscaba la más estricta intimidad, por lo que el sepelio se realizó
una vez cerrado el cementerio al público, a las 20 horas, y únicamente
con la presencia de miembros de la familia y trabajadores de los servicios sociales
de la Comarca del Alto Gállego que les están acompañando desde el
primer momento.
BAJO TUTELA DE LA DGA
Por otro lado, las dos niñas menores que se encontraban en la casa del presunto
agresor, Iván Pardo Pena, están bajo tutela del Gobierno de Aragón,
por orden judicial, tras retirarle la juez su custodia cautelarmente a la madre
del detenido, que era quien las tenía.
Estas dos niñas, hijas de la hermana del presunto agresor, hermano a su vez
de la actual pareja de la madre de la niña fallecida, habrían estado en
la casa mientras ocurrieron los hechos y el sábado por la tarde declararon
en el juzgado de guardia de Jaca. Estas menores también habrían podido
sufrir lesiones físicas y psíquicas por parte de su tío.
Naiara se encontraba en casa del detenido (que vivía con su madre y sus dos
sobrinas en una vivienda de la Avenida de Yebra de Sabiñánigo), mientras
su madre estaba trabajando en Lérida y la pareja de ésta, vigilante jurado,
en la zona de Bielsa.
Tras ser detenido, Iván Pardo fue trasladado a los calabozos de la Guardia
Civil de Jaca, y en la noche del sábado a la prisión de Zuera por orden
judicial como posible autor de un delito de asesinato.
La noticia de la muerte de la niña conmocionó a Sabiñánigo,
cuyo Ayuntamiento convocó una concentración el sábado al mediodía
en la plaza de España, en la que participaron más de seiscientas personas
en señal de repulsa por lo sucedido, y de dolor y solidaridad para con la familia
de la niña fallecida.
El mismo sábado se le practicó la autopsia a la menor en el Instituto
de Medicina Legal de Zaragoza. La familia de Naiara realizó una donación
múltiple de sus órganos, al confirmase la muerte cerebral de la pequeña.
Desde Chile, quien dice ser su padre biológico, reclama el cadáver de
la niña para darle sepultura en ese país, según dice en una carta
publicada ayer en pirineodigital.com. La misiva reza lo siguiente: "Mi nombre
es Manuel Briones, soy de nacionalidad argentina, pero vivo en Chile. Necesito ayuda
para poder viajar a España, y traer el cuerpo de mi hija fallecida".
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