El cantautor Chus Navajo presentó su primer álbum en el Galileo Musical
Cuando se habla del universo musical, mucha gente tiende a pensar en el glamour
de los artistas más populares, el ajetreo de las grandes giras, el brillo de
los más espectaculares escenarios. Sin embargo, se olvida con frecuencia la
dureza del día a día de todos esos artistas poco conocidos que intentan
hacerse un hueco en el dificilísimo e hiperpoblado mundo de la música
y que tratan de captar la atención de los espectadores, a menudo distraídos,
de los bares, pubs y locales que recorren cada día en busca de un cierto reconocimiento.
Viene esta reflexión a cuento de la actuación que Chus Navajo (Jesús
Gutiérrez en su carné de identidad) protagonizó el sábado en
el Galileo Musical de Huesca, en el marco de la gira de presentación de su
álbum de debut.
Ante un público no muy numeroso, este cantautor madrileño fue desgranando
algunas de las canciones que componen su primer trabajo, "Los Navajos",
alternándolas con otros temas de su propia autoría y algunas versiones.
Sonaron, lógicamente, diferentes a como suenan en su disco, menos vestidas,
ya que actuó solo, con el único acompañamiento de su guitarra y,
ocasionalmente, de una armónica. Son pequeñas historias cotidianas, a
menudo tristes, crónicas de claro cariz madrileño, que le conectan con
esa estirpe de cantautores rock (Quique González, Andrés Calamaro, Antonio
Vega, Coque Malla) que toman a Bob Dylan como espejo en el que mirarse. Entre sus
canciones propias, destacaron "Recuerda Lucía", "Temporal",
"La ola de frío", "La mala suerte" o "A la hora de seguir",
una suerte de road song que no deja de ser fiel reflejo de la propia vida del músico
errante.
Entre las versiones, sonaron el infalible "Blowing in the wind" de Dylan
o "Get in line" de Ron Sexsmith, que interpretó en castellano ("Ponte
en la fila"), tal como la hacen los Secretos en su disco de versiones "Algo
prestado" y que el grupo madrileño interpretó en su reciente visita
al Centro Cultural Manuel Benito Moliner. También se pudo escuchar un blues
de su disco, titulado "Alcatraz", así como "La noche más bonita"
y una revisión del popular "No puedo vivir sin ti" de Coque Malla.
La recta final de su concierto se inició con dos de sus temas propios, "Desde
Atocha" y "Salir el sol", para despedirse con una nueva versión,
esta vez del "Sweet Home Alabama" de Lynyrd Skynyrd, y con el tema que cierra
su disco, "Envuelta en magia". La magia de la música más allá
del glamour. l
|