La decisión se ha tomado a petición de las partes y con el apoyo de la Fiscalía
HUESCA.- La titular del Juzgado de Instrucción nº1 de Jaca ha levantado
el secreto de la investigación llevada a cabo en torno a la muerte de Naiara,
la niña de 8 años asesinada en Sabiñánigo (Huesca) a causa de
una brutal paliza, manteniendo como encausados al tío político de la víctima
como presunto autor material del crimen y a su abuelastra.
Según han informado a Efe fuentes judiciales, que no han podido confirmar si
el padrastro de la niña estaría también encausado, la decisión
de la instructora se ha adoptado a petición de las partes y con el apoyo de
la fiscalía, para quien en el actual momento de la causa no existe peligro
de desaparición de pruebas ni riesgo para el desarrollo de la instrucción.
La niña Naiara ingresó el pasado 6 de julio en la UCI del Hospital Miguel
Servet de Zaragoza con graves lesiones en su cuerpo, especialmente en la cabeza,
y murió un día después a pesar de los esfuerzos realizados por los
médicos.
Según fuentes próximas a la investigación, fue el propio tío
político de la niña, Iván P.P., de 33 años, quien alertó
a los servicios de emergencia, aunque en un primer momento informó de que la
menor se había caído por la escalera.
Tras su detención, el propio sospechoso manifestó ante los agentes de
la Guardia Civil responsables del caso ser el autor de las graves lesiones sufridas
por Naiara, torturada, presuntamente, durante doce horas por el agresor antes de
solicitar la presencia de las emergencias médicas.
En la causa están personados la madre de la niña, Mariela Benítez,
y su padre natural, Manuel Briones, argentino residente en Chile que considera responsable
de lo ocurrido a la familia política de su hija.
Las fuentes citadas destacan que el sumario recoge datos "sobrecogedores"
sobre los castigos de los que era objeto la niña debido a su conducta "rebelde".
Unos castigos de los que, según los investigadores, eran conocedores el padrastro
y abuelastra de la niña, y que ejecutaba el detenido, en prisión preventiva
desde el pasado 9 de julio.
Ambos admitieron conocer los castigos, pero cuestionaron que hubieran sido de carácter
brutal antes de producirse la muerte de la niña.
En una entrevista concedida a Efe, la madre de Naiara, cuyo trabajo la obligaba
a vivir la mayor parte del tiempo en otra localidad del Pirineo, aseguró desconocer
los castigos a los que era sometida su hija, que describió como una niña
"normal y feliz" a pesar del supuesto acoso que sufría en la escuela
por su origen sudamericano.
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