La creación de estos nuevos asentamientos fue de la mano de la expansión del regadío
HUESCA.- El proceso de colonización en la provincia de Huesca fue de
la mano de la expansión del regadío y el crecimiento del sistema de Riegos
del Alto Aragón, actualmente uno de los más grandes de Europa. La historia
de ambos es indisoluble y no se puede entender uno sin el otro.
El presidente de Riegos, César Trillo, no duda en señalar que la colonización,
que siguió un modelo de transformación en base a la Ley de Reforma y Desarrollo
Agrario, fue "una solución" y "un acierto". Y entiende que
aún ahora, el sistema regable debe acabar su transformación siguiendo
las pautas que marca esa norma.
"Yo pienso que el regadío es un medio de vida, para fijar población
y para crear mayores posibilidades que con los secanos", reitera, y recuerda
que en los primeros tiempos de la colonización se daban lotes de 8 ó 10
hectáreas, que después aumentaron a hasta 16 ó 18 e incluso a 25,
y aún "fueron aumentando conforme el tiempo lo fue demandando".
"Yo creo -dice en referencia a la colonización- que ha sido un éxito
dentro de la transformación de Riegos del Alto Aragón y una manera de
atraer gente al sistema" y, aunque reconoce que a día de hoy pueden verse
"defectos", aclara que "hay que pensar en el momento en el que se hicieron
estos pueblos".
El presidente de los regantes recuerda que hay "muchísima gente de las
zonas (del Pirineo) donde se hicieron embalses que hoy están dentro del territorio
de Riegos del Alto Aragón, donde se están ganando la vida y donde han
desarrollado toda su historia". Y es que, muchos habitantes del Pirineo bajaron
al llano, en concreto a los pueblos de colonización, "donde fueron bien
recibidos".
Trillo abunda en que el sistema ha crecido de la mano de estos asentamientos e incide
en que muchos pueblos de secano ya no existirían si el agua no hubiera llegado
a ellos, porque "el agua lleva vida y esa vida hay que repartirla entre el mayor
número posible de gente".
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