La Comisionada del Gobierno frente al Reto Demográfico explica las primeras actuaciones que considera prioritarias, aunque aún no ha presentado la estrategia
ELENA PUÉRTOLAS 27/05/2018
HUESCA. Es la Comisionada del Gobierno para el Reto Demográfico desde
que se creó este cargo a principios de 2017 para elaborar una Estrategia Nacional
con medidas y actuaciones para aumentar la natalidad y frenar la despoblación.
¿Cuál es el reto real?
Lo más importante es que hayamos sido capaces de acordar que se incluya en
la agenda política un problema tan importante como la evolución demográfica
y sus dimensiones. No solo hablamos de baja natalidad y envejecimiento sino de cuestiones
que afectan al territorio, como la despoblación.
Surgió en la IV Conferencia de Presidentes del 17 de enero de 2017 (órgano
de cooperación entre el Estado y las Comunidades Autónomas) porque hay
regiones, como Aragón, con un gran problema.
Sí. Quiero resaltar que en el caso de Aragón, su gobierno, junto con el
de Galicia, Asturias y Castilla-León habían configurado en 2013 el Foro
de Regiones Españolas con desafío demográfico, desde el que reivindicaban
la incidencia de los problemas demográficos y la evolución de la despoblación.
Y la novedad, y me gusta resumirlo así, es que antes se hablaba de despoblación
en las zonas despobladas y ahora en toda España. Eso es un gran cambio, igual
que lo es que por primera vez no hablemos del problema sino de las soluciones.
Recientemente las mismas comunidades se han vuelto a unir para reclamar la financiación
autonómica contra la despoblación. ¿Se contempla?
Es una posición del Gobierno y lo ha dicho el presidente, que en el modelo
de financiación será importante tener en cuenta variables demográficas
y de despoblación. Es una lucha en la que el objetivo es común, trabajar
por una evolución demográfica más equilibrada y por hacer frente
a la despoblación.
Es una cuestión de Estado.
Exacto.
¿Tendría que haber un pacto de Estado para frenar esto?
Nosotros trabajamos para favorecer la colaboración entre todas las administraciones
y hacer de esta una cuestión de Estado, sabiendo que es un problema que hay
que abordar de forma transversal. Intentamos trasladar la sensibilidad del reto
demográfico al conjunto de las políticas públicas, porque es la única
manera. No podemos abordarlo solo desde el punto de vista de Servicios Sociales,
de Fomento o un departamento, sino con todos.
¿Y en la práctica en qué políticas se refleja?
Un ejemplo de cómo trasladamos esa sensibilidad al conjunto de políticas
es el Plan Nacional de Vivienda, que se hace desde los años 80, pero en el
que por primera vez hay medidas frente a la despoblación. Este es el cambio,
que en los instrumentos de planificación de las políticas de Estado se
incorpore esa sensibilidad y las posibles soluciones.
¿Cuáles son esas medidas concretas —
Medidas como las ayudas a la rehabilitación de viviendas, adaptación o
eficiencia energética, por primera vez, en viviendas unifamiliares, que son
la mayoría en el medio rural. Además, aumentan un 25 % para los jóvenes
de municipios de menos de 5.000 habitantes, que son la mayoría en Aragón.
También se crea un programa de ayudas a la adquisición que vivienda que
puede fijar población. Este es el marco que desarrollarán las Comunidades
Autónomas mediante los convenios.
Será consciente de que su puesto ha sido muy criticado. ¿Qué hace
la Comisionada —
La tarea no es solo llevar esta prioridad al conjunto de las políticas, sino
que se empiecen a ver soluciones. Es importante que por primera vez en 30 años
haya un Plan de Vivienda con medidas contra la despoblación o discriminación
positiva en las cuotas a la seguridad social, como que la tarifa plana de 50 euros
para los autónomos se pueda disfrutar el doble de tiempo en municipios de menos
de 5.000 habitantes; o que se vaya a incorporar un nuevo plan para que el 100 %
de los núcleos tengan internet. Esa es la tarea: aportar soluciones con instrumentos
de planificación. Este es nuestro plan estratégico.
Su encomienda era elaborar la estrategia. ¿Cómo va —
Las medidas más determinantes se han puesto en marcha y están en los Presupuestos.
El plan de extensión de la banda ancha (300x100) no solo se ha anunciado sino
aprobado y ya se ha lanzado la primera convocatoria. Hemos querido priorizar las
medidas con más impacto, no hemos querido esperar, sino impulsarlas cuanto
antes para recogerlas en las convocatorias y en los presupuestos.
Pero esa estrategia se esperaba a finales de año y aún no se ha presentado
al Gobierno.
En las próximas semanas presentaremos el marco completo. Este es más a
largo plazo, pero esto son medidas urgentes. Nos demandaban medidas urgentes y ya
hay en los presupuestos. Por ejemplo, para la natalidad. Se han incrementado las
ayudas fiscales a familias numerosas y se va a crear un cheque de guardería
para ayudar a la crianza, sobre todo hasta los tres años, para animar a tener
muchos hijos porque es un elemento importante. Por ello, no hemos esperado al marco
teórico.
¿La realidad es más cruda de lo que esperaba?
Por un lado, resaltaría la frialdad de los datos y, por otro, el valor de la
gente que se esfuerza por permanecer en un pueblo, las asociaciones y grupos de
acción local, las administraciones... Contrastaría la frialdad de los
datos con la gente. No me gusta que se hable de la España vacía, porque
no lo está, en esta España hay gente por la que tenemos que trabajar,
ayudarles en esa lucha por quedarse. Se lo debemos porque son los guardianes del
territorio, que ayudan a mantener esa España.
Esa España vacía se refiere también a la dispersión en algunas
zonas y la concentración en otras como la costa.
Es cierto que es una tendencia que, como el resto del cambio demográfico, es
mundial y nos habla de concentración urbana. En unos años, las tres cuartas
partes de la población vivirán en el 3 % del territorio, pero no debemos
resignarnos.
¿Y qué debemos hacer—
Trasladar esa imagen positiva del medio rural de que es un modo de vida distinto
y hay que proporcionar herramientas, como el empleo.
Desde Adelpa (Asociación de Entidades Locales del Pirineo Aragonés)
o Esmontañas, han pedido la reducción del IRPF porque vivir en un pueblo
alejado cuesta más. ¿Se plantean alguna medida para los núcleos de
montaña —
Donde hemos podido incorporar una medida de discriminación positiva, como en
las cuotas de la seguridad social, se ha hecho. Ha habido demandas en todos los
sentidos y las valoramos, pero muchas dependen de Hacienda o de normativas europeas.
Nuestra voluntad es trabajar por todos los pueblos y los de montaña tienen
además sus particularidades. Pero es un problema que no es exclusivo de España
sino de Europa.
¿Demanda más ayuda —
Tenemos que reclamar la implicación de la Unión Europea. Es un problema
común a nuestro entorno y donde está una parte importante de la solución.
¿Qué expectativas tiene —
Tenemos un problema que viene de décadas y difícilmente vamos a obtener
resultados inmediatos. Lo que sí podemos esperar son soluciones que nos permitan
ver un cambio de tendencia en las próximas décadas. Al menos que nadie
se vea obligado a abandonar su pueblo y que vean una oportunidad allí.
¿Frenar la despoblación ya sería bastante —
Sí. En todo caso, hablamos de evolución de la población y las personas
deciden. Nosotros tenemos que liberar obstáculos con todas esas medidas.
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