Guadalupe Gil se trasladó con su familia al núcleo del Alto Gállego tras la mejora del acceso por parte de la DPH
ELENA PUÉRTOLAS 09/06/2018
HUESCA.- Un puente ha dado vida al pueblo de Allué, perteneciente a
Sabiñánigo, que dependía del paso por un badén en el cauce del
río Basa.
Guadalupe Gil se trasladó a vivir allí con su marido Jorge Frías
y su hija pequeña nada más conocer que se iba a mejorar el acceso
con la construcción de la estructura. Después de ellos, se ha instalado
otro matrimonio que ha abierto un alojamiento de turismo rural. La mejora de
una vía puede cambiar la historia de un pueblo, como el de Allué, ubicado
junto a la actual Sabiñánigo-Fiscal (N-260), que quedó deshabitado
décadas atrás.
"Antes de construirse el puente, con una niña recién nacida, no
nos atrevíamos por si teníamos una emergencia y no podíamos cruzar
el río", comenta Guadalupe, que ha vivido siempre en Sabiñánigo.
Con todo, no fueron los primeros en repoblar Allué, donde desde hace unos 14
años también reside un padre con su hijo que ya es adolescente.
Coincidieron más o menos hace 15 años, cuando se enamoraron del pueblo
y compraron la casa, al igual que un tercer vecino. No obstante, antiguos habitantes
mantenían sus casas y acudían asiduamente, igual que hoy. Guadalupe y
su marido fueron reconstruyendo la suya poco o poco y se trasladaban allí en
verano, pero cuando tuvieron a la niña no se atrevían por las condiciones
del acceso.
Fue en primavera de 2016 cuando hicieron las maletas y acabaron de acondicionar
la casa para vivir allí. La Diputación Provincial de Huesca inició
en noviembre de ese mismo año las obras de la vía, que se prolongaron
hasta la siguiente primavera, con una inversión de 300.000 euros.
La institución supramunicipal destinó 5,5 millones de euros en 2017
para accesos a pueblos. De este modo, se ha actuado en Caladrones, Ciscar y
Antenza (Benabarre), Espierba (Bielsa), Senz y Viu (Foradada del Toscar), Castejón
de Sobrarbe, Latorre y La Pardina (Aínsa-Sobrarbe), Palo, Junzano, Ligüerre
de Ara, El Soler, Cirés, Martes, Biascas de Obarra, Abi y Morillo de Sampietro.
En función del estado inicial, cambia el devenir del pueblo. La pista al
núcleo de Muro de Bellos fue clave para que se convirtiera en escenario
de rodaje de la película "Bajo la piel del lobo", protagonizada por
Mario Casas. Al margen de la anécdota, abre opciones de futuro.
Allué es un claro ejemplo de cómo la mejora de servicios básicos
puede cambiar la historia, ya que además de los vecinos habituales están
los de segunda residencia, porque casi todas las casas están arregladas.
Antes de construir el puente, en una primavera de abundantes lluvias como esta se
hubieran quedado incomunicados en muchas ocasiones, explica Gil. Al mismo tiempo,
se arregló toda la pista de grava y está previsto poner el asfalto definitivo.
Desde hace unos meses, se trabaja en el carril de deceleración desde Sabiñánigo,
ya que con el nuevo puente se varió la entrada desde la N-260. "El acceso
era lo que nos impedía vivir allí y cuando dijeron que ya estaba el dinero,
los permisos y todo, nos decidimos. Allué se despobló hace varias décadas
y un puente nos ha permitido ir", indica Gil.
De este modo, lo que fue en su día un pueblo deshabitado (nunca abandonado)
y con dificultades de acceso, es hoy "como una urbanización, porque
está muy cerca de Sabiñánigo y con la tranquilidad del campo.
Es un estilo de vida. Para nosotros, más saludable y el ideal para nuestra
hija".
Valeria, de 5 años, va al colegio a Sabiñánigo. La llevan
sus padres porque optaron por otro centro que no les correspondía, pero si
no, tendría transporte escolar. Guadalupe trabaja en Sabiñánigo y
le cuesta menos de 10 minutos llegar a casa y su marido, en Formigal, por lo que
ni siquiera nota la diferencia.
"Tenemos todos los servicios básicos, de basuras, agua, luz... No
son podemos quejar", resalta. De hecho, agradece la labor del anterior concejal
de Pueblos de Sabiñánigo, Rubén Villacampa, que puso mucho empeño
en la traída del agua, ya que antes la red solo llegaba hasta Osán. Ahora,
además, cuentan con alumbrado público con led.
NUEVOS HABITANTES EN NÚCLEOS DE CASTEJÓN DE SOS
También en el municipio de Castejón de Sos la reforma de la carretera
de acceso a Arasán, Liri y Ramastué, que finalizó el año
pasado tras intervenciones que se han sucedido durante 10 años, ha influido
en el desarrollo de los pueblos, según explica el alcalde, José Manuel
Abad. En este caso, no se trataba tanto de crear un nuevo acceso como de ensanchar
la vía y mejorarla. Y esto también cambia el futuro de los pueblos. De
hecho, en Liri se hizo una promoción de segunda residencia que, sin buenos
accesos, no hubiera salido adelante.
Gente autóctona ya queda poca, pero hay una población itinerante dentro
del valle que elige estos pueblos para vivir, donde los alquileres son más
baratos que en las poblaciones más grandes como Benasque y Castejón",
apunta Abad. Para ello, la mejora del acceso es fundamental, insiste. Es más,
"los pueblos que no tienen un buen acceso terminan por desaparecer".
"La despoblación es un problema muy grave, pero tenemos una calidad
de vida mucho mejor que en Zaragoza. Por ello, es lo que podemos ofrecer y en
lo que podemos competir, que la calidad de vida sea lo mejor posible y en eso influye
mucho la carretera", reflexiona.
Por ello, "menos mal que la Diputación se apiada y se acuerda de
los municipios que no tenemos capacidad para muchas inversiones", apunta el
alcalde del PAR.
También el alcalde socialista de Jaca, Juan Manuel Ramón, resalta que
no se pueden quejar de la ayuda de la Diputación, que ha mejorado los accesos
a Orante, Navasilla y Abay. Para este año, ya hay proyectos en marcha.
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