Los escritores acaban de publicar un libro sobre voluntarios extranjeros en la Guerra Civil
HUESCA.- Un equipo de voluntarios de diferentes nacionalidades compuesto
por artistas, aristócratas, médicos, enfermeras y estudiantes ofreció,
en el año 1936 y desde el Alto Aragón, "una gran lección de
solidaridad que hoy debe ser recordada". Así lo ha asegurado el escritor
Jesús Castiella, maestro y dibujante, que junto a su hijo Pablo ha dado forma
al libro El hospital inglés de Grañén, (editorial Bubok
Publishing), un espacio que nació a partir de una granja antigua, "en la
que hubo que hacer de todo".
El origen de esta obra se remonta a 2002, cuando Jesús Castiella recibió
un diario de una de las enfermeras de este hospital, la australiana Agnes Hodgson.
Han detallado que esta obra se centra en las historias y personajes que se fraguaron
durante la Guerra Civil en este centro hospitalario que abrió sus puertas en
septiembre de 1936 y que desapareció bajo un bombardeo en octubre de 1937.
Pese al título, este lugar albergó en realidad toda "una Torre
de Babel compuesta por voluntarios australianos, neozelandeses, ingleses, irlandeses,
canadienses, etcétera, entre los que afloraron diferencias ideológicas,
algo inevitable", han explicado.
Los escritores han aclarado que el hospital de Grañén fue el primero que
se instaló a partir de la ayuda sanitaria británica, "y casi todos
sus integrantes eran ingleses, en un primer momento, de ahí su título".
El personal de este centro estaba adscrito en su mayoría al Partido Comunista
y las diferencias se extendieron fuera de los muros de este edificio que no solo
atendía a milicianos. "Grañén en ese momento estaba más
o menos bajo la órbita de los anarquistas, y fueron frecuentes las discrepancias
entre los integrantes del hospital y los dirigentes de la localidad", han
indicado.
Comentan que su ubicación se fijó en Grañén aleatoriamente sobre
un mapa "porque estaba a una distancia prudencial del frente de Huesca y contaba
con el río Flumen, además de con conexión de ferrocarril y un nudo
de carreteras". Finalmente, como curiosidades han citado que Víctor
Spencer Churchill, primo de Winston Churchill, fue uno de los impulsores de este
hospital que dependía del SMAC (Spanish Medical Aid Committee ) y que un
médico inglés llegó con su coche deportivo, un Ford Glory que luego
puso a disposición para trasladar heridos.
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