Gracia se ha referido en las jornadas de Monzón al papel de los grupos de acción de acción local
MONZÓN.- La lucha contra la despoblación tiene que cimentarse en
una legislación nacional específica e incluso en un pacto de Estado. No
habrá "premio" si las administraciones no articulan políticas
coordinadas, y tal recompensa no se percibirá de inmediato, sino a largo plazo.
Con estas premisas han arrancado en Monzón las Jornadas Técnicas "Despoblación
y Desarrollo Rural" organizadas por la Red Aragonesa de Desarrollo Rural
(RADR) y el Ceder-Zona Oriental de Huesca, y en las que participan todos los Grupos
Leader de la Comunidad autónoma.
La RADR ha ensamblado las Jornadas con la Asamblea General, que se celebrará
este miércoles a las once. La inauguración ha reunido a la presidenta
de la Red, Pilar López, el director general de Desarrollo Rural del Gobierno
de Aragón, Javier Nogués, el presidente de la DPH, Miguel Gracia, el del
Ceder-Zona Oriental, José Foj, y el alcalde ribereño, Álvaro Burrell.
López ha insistido en la idea de que "las políticas de Estado tienen
que relevar a las atomizadas y contar con partida económica", y ha aplaudido
el trabajo de las diputaciones provinciales. Burrell ha reivindicado el papel
de las capitales comarcales que dan servicio al medio rural, ha apuntado que
los fondos Leader alivian la presión sobre los ayuntamientos y respaldan proyectos
municipales, y ha asegurado que la Administración local también quiere
ver "atada" su financiación.
Foj ha hecho una declaración muy gráfica: "El desarrollo rural
es tan necesario para el conjunto de la sociedad como los aeropuertos, las autopistas
y los hospitales. Si no ponemos freno a la despoblación, en dos generaciones
estaremos viviendo todos en las capitales comarcales o en las grandes ciudades".
POLÍTICA "AD HOC"
Gracia ha declarado que la batalla contra la despoblación requiere una política
ad hoc. "Igual que unas leyes se promulgan sobre la base de un informe medioambiental,
pongo por caso, hay otras a las que debería acompañar un informe demográfico
para que la aplicación tuviera en cuentas las características de los territorios.
La "soledad" de las administraciones locales es una realidad".
El presidente remarcó que la DPH trabaja en materia de desarrollo rural con
dos directrices: vivienda y trabajo. "Una casa a precio asequible resulta fundamental,
lo mismo que las condiciones de trabajo idóneas. En este segundo apartado
se enmarca la iniciativa escenificada el lunes en Borau de facilitar
la banda ancha al 99% de los altoaragoneses en el plazo de dos años".
Por otro lado, ha citado el respaldo de la DPH a los grupos locales del programa
Leader, reflejado en los más de dos millones de euros concedidos "para
ayudar a sufragar sus gastos ordinarios de funcionamiento". En la provincia
de Huesca, una treintena de personas trabajan en los seis grupos de acción
local.
EXENCIÓN FISCAL
En una última consideración, Gracia ha abogado por la simplificación
de los trámites administrativos y la discriminación fiscal positiva.
"No puede ser -ha dicho- que concedamos una subvención para asentar población
y que el interesado, entre unas cosas y otras, dedique el 40% de la cuantía
a pagar impuestos".
Nogués ha defendido las políticas "trasversales" atendiendo a
que la despoblación tiene que ver con diferentes departamentos de la Administración
(regional y nacional), y ha alergado de la amenaza de la desaparición del
modelo de agricultura familiar que hoy conocemos. "Si las explotaciones
caen en manos de grandes empresas, no habrá familias vinculadas a los pueblos",
ha aseverado
El vicepresidente de la Diputación de Zaragoza, Martín Llanas, fue quien
ha pedido con mayor empeño "un pacto de Estado". Con cierto gracejo,
ha señalado: "Hablamos de despoblación desde los planes de desarrollo
del ministro franquista López Rodó, que se llevaron a la gente de
los pueblos a las ciudades. Hoy, sobra solemnidad y falta acción política.
En Escocia empezaron a trabajar este asunto hace 50 años y ahora empiezan a
ver los primeros frutos".
El presidente de la Diputación de Teruel, Ramón Millán, ha apuntado:
"Con 236 municipios y 15.000 km cuadrados, Teruel conoce muy bien la despoblación.
Tenemos que aplicar el significado de la política, el arte de llegar a acuerdos.
Quiero recuperar lo perdido. Cuando dejen de existir se darán cuenta de que
sí hacían falta los pueblos, los custodios del territorio".
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