El joven investigador oscense de la Universidad de Zaragoza ha realizado una tesis doctoral con mención internacional
HUESCA.- El joven investigador de la Universidad de Zaragoza Javier Sevil
Serrano (Huesca, 1989) ha realizado una tesis doctoral con mención internacional
que demuestra que "desde el contexto escolar se pueden mejorar comportamientos
relacionados con la salud en los jóvenes". Bajo el título Análisis
de comportamientos relacionados con la salud: efectos de un programa de intervención
multicomponente en adolescentes de la ciudad de Huesca, este completo trabajo recoge
un estudio realizado a partir de la intervención con 210 chavales oscenses.
En concreto la tesis incluye un estudio realizado en el seno del grupo de investigación
Efypaf "Educación Física y Promoción de la Actividad Física",
reconocido como grupo de referencia por el Gobierno de Aragón. Además,
se encuentra integrada en el Proyecto Europeo Capas-Cité/Capas-Ciudad".
Sevil explica que esta investigación se desarrolló a lo largo de todo
un curso escolar con alumnos de edades comprendidas entre los 12 y los 14 años
que cursaban Segundo de la ESO, con un grupo experimental de 105 estudiantes en
el IES Sierra de Guara de Huesca y otro de control con el mismo número de alumnos
en el IES Ramón y Cajal de la ciudad.
A los chavales del grupo experimental se les guió desde el ámbito curricular,
en los recreos, con la difusión de eventos deportivos de la ciudad y a través
de tutorías en las que se trabajó para concienciar, sensibilizar y conocer
sus hábitos con un cuestionario previo. "El programa en sí es muy
global y ha involucrado a las familias para tratar entre todos de promover una
vida saludable en los chavales logrando bastante eficacia", comenta el autor.
Los comportamientos relacionados con la salud que recoge este informe abarcan actividad
física, tiempo sedentario, duración del sueño, alimentación,
consumo de sustancias nocivas como tabaco y alcohol y tiempo de pantalla, es decir
las horas que pasaban estos jóvenes ante la televisión, el ordenador o
el móvil. Sobre este último aspecto resalta que su proyecto logró
reducir especialmente el uso del móvil por las noches, justo antes de dormir,
lo que reduce el descanso, algo repercute en la actividad diaria. El investigador,
primer accésit del Premio de la Estrategia Naos y con varias publicaciones
en revistas muy importantes, apunta que solo un 1,7 % de los adolescentes cumplía
el tiempo recomendado de menos de dos horas al día. "Los jóvenes cada
vez dedican más tiempo al móvil antes de acostarse, con las nuevas tecnologías
se está perdiendo el norte en algunos sentidos. Al principio de la intervención
los chavales tenían unos niveles exagerados y dedicaban casi 500 minutos
diarios a la televisión, el ordenador, el móvil y a los videojuegos
y después de la intervención se redujo", comenta.
Finalmente, valora que a veces se piensa que desde los centros no se pueden modificar
conductas que requieren mucho esfuerzo pero una intervención que involucre
a padres y profesores puede lograrlo".
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