La acusación dice que la familia lo sabía y según la defensa, "no hay evidencias"
JACA.- Una serie de mensajes de Whats App y fotos enviadas por una de
las primas de Naiara a su padrastro Carlos Pardo y su abuelastra Nieves Pena
pueden
determinar la implicación de ambos, que este jueves declararon en el
Juzgado de Jaca en relación al crimen de la niña de Sabiñánigo,
que murió en julio de 2017 a consecuencia
de una brutal paliza de su tío Iván Pardo.
Para el abogado Marcos García Ortega, representante de Marcos García Montes
(abogado del padre de Naiara, Manuel Briones), "hay un montón de indicios
indiscutibles de que era sometida a torturas y martirios" y "no se puede
negar que Carlos y Nieves conocieran los hechos". Además, "hay sospechas
claras de que pudieron colaborar", mientras que el abogado José Luis
Vivas, que defiende a ambos familiares, entiende que "no hay ninguna evidencia
física, ni testimonio" que apoye esas conclusiones.
El caso está pendiente del recurso presentado por la acusación en la Audiencia
Provincial de Huesca para
imputar a Mariela A. Benítez, madre de Naiara, lo que la Justicia
denegó en varias ocasiones. Queda una vista en Jaca para proponer nuevas pruebas,
antes de la elección del jurado popular para el juicio, cuya fecha se
sabrá entre final de año y comienzos de 2020.
Según García Ortega, Carlos y Nieves "no son cómplices, ni cooperadores"
en el crimen, pero "tienen que asumir una responsabilidad, porque sabían
que Iván la maltrataba", obligándola a estudiar por la noche sobre
piedras y usando un aparato para matar moscas que manipuló para dar descargas
eléctricas.
"La abuela, en una conversación (en Whats App), pide a una de las primas
que ponga más piedras, por lo que conocía el maltrato y lo consentía",
dijo el abogado acusador, que agregó que "hay fotos de Naiara con unas
orejas de burro o con los libros encima de las piedras". La jueza ya impuso
a Nieves y Carlos un delito de violencia física y psíquica habitual
hacia Naiara.
A juicio de José Luis Vivas, "no hay ningún wasap que alerte de
un posible maltrato". En cuanto a las fotos, dijo que "se sacan de contexto
desde la acusación, pero no tienen ninguna relevancia para el caso", al
ser una broma pesada o un pequeño castigo por no hacer los deberes, pero no
suponen ningún tipo de maltrato".
"Naiara era una niña feliz, que tenía problemas en el colegio y estaba
en una fase rebelde, pero confiaba en su abuela, su tío y sus primas. Se
sentía acogida en la familia y jamás se quejó a su madre", dijo
el letrado, que pide el sobreseimiento de la causa para sus defendidos, que
se acogieron al derecho a no declarar y solo respondieron las preguntas de su abogado.
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