El comisionado aragonés de la lucha contra la despoblación defiende que hay que tener en cuenta la demografía en la financiación autonómica
ELENA PUÉRTOLAS 02/03/2019
HUESCA.- Ha propuesto al Gobierno central que Aragón pueda ser un lugar
piloto para aplicar la Estrategia Nacional del Reto Demográfico. ¿Cumple
muchos parámetros?
- Planteé que si la Estrategia va a ser un súper catálogo de medidas
más, estaría condenada a dormir el sueño de los justos como otros
documentos.
¿Como la directriz de Aragón?
- A veces hasta el PP lo desconoce, porque en el Senado Mar Vaquero dijo que Lambán
fomenta la despoblación. La estrategia viene de una directriz de la legislatura
anterior que dirigió Antonio Suárez (PP) en aplicación de la ley;
y el primer plan contra la despoblación es del año 2000. Aragón es
pionero en cuanto a planificar la cuestión del reto demográfico. Luego
están las medidas del Senado del año 2015, el documento de la Comisión
de Despoblación de la Femp (Federación Española de Municipios y Provincias);
la Diputación Provincial de Huesca ha aportado un documento, que me lo he leído
y está muy bien, para la elaboración de la Estrategia... Además,
tenemos la Ley de Desarrollo Rural Sostenible 45/2007, que tiene su metodología
de aplicación.
¿Pero no se ha hecho nada?
- Aragón (tras la ley) hizo su propio plan de desarrollo rural con todas las
comarcas y sus grupos de acción local y se diseñaron unos planes piloto
de aplicación. No quiero decir que sea la misma técnica, pero puede ser
similar. Por eso dije que Aragón está preparada para ser escenario piloto
si es que debe desarrollarse un planteamiento piloto. Hubo un cambio de gobierno
y se apartó, pero fue una buena ley. Entonces, si la Estrategia Nacional que
se está trabajando bien no tiene una metodología de aplicación en
zonas rurales priorizadas que deben determinar las Comunidades Autónomas en
coordinación con el Estado y sus entidades locales, se quedará como un
documento.
Seguimos hablando de documentos, ¿cuándo pasamos a la acción?
- Hay que pasar a la acción. Basta ya de documentos porque ya hay suficientes.
¿La Estrategia será definitiva?
- Espero que así sea, que tenga su metodología de aplicación y que
sea efectiva. Siempre hago referencia en Madrid a los mecanismos de cooperación
con el Estado. Deberíamos de profundizar más en la reforma del Senado,
la cámara de representación territorial y unas conferencias de presidentes
que tengan mando en plaza, porque hasta ahora los acuerdos no cuajan probablemente
por los cambios de gobierno. En aquella VI Conferencia de Presidentes, en enero
de 2017, Aragón toma protagonismo e incorpora el debate de que el coste de
los servicios se tenga en cuenta en el modelo de financiación autonómica
y el hecho de que se plasme como acuerdo fomenta una estrategia contra la despoblación.
De ahí se crea el Comisionado y ahora el Gobierno está demostrando la
voluntad de ir hacia adelante con el acuerdo. Ha habido varias reuniones con las
Comunidades Autónomas y entidades locales analizando los datos de demografía
(la última este viernes).
¿Cuándo tendremos, por fin, la Estrategia?
- El compromiso es presentarla esta primavera a pesar de la cita electoral. No sé
si la definitiva o un avance, pero lo positivo es que se presente por si hay un
cambio de gobierno. Sería una muestra de lealtad.
¿Qué prioridades se marca Aragón?
- La prioridad son las zonas rurales. Cada uno debe ejercer sus competencias y el
Estado tiene que conformar esa Estrategia de forma coordinada para que funcione
de la mejor manera posible. En Aragón, mejorar el impacto en el territorio
de las políticas de los departamentos. Por ejemplo, las políticas de reversión
de los recortes. En Sanidad se han invertido 412 millones más, 200 en Educación
(con 300 profesores más en la provincia de Huesca) y 400 más en Servicios
Sociales. Eso tiene que ir unido a las políticas de desarrollo socioeconómico
y de apuesta por la agroindustria. La Estrategia del Estado tiene que conformar
políticas para implementar la capacidad competencial tanto de las comunidades
como de las entidades locales.
El problema es global, ¿pero habrá acciones a la medida?
- Esta es otra de mis obsesiones. Hay cuestiones que pueden ser atacadas de manera
global, pero para aterrizar en el problema. Mi obsesión es también la
despoblación del medio rural y el envejecimiento, por lo que son imperantes
las mejoras en sanidad y en servicios sociales.
¿Qué particularidades tiene Aragón?
- Somos un territorio extenso y, por Zaragoza, tenemos una densidad de población
de 27 habitantes por kilómetros cuadrado, pero si miramos por comarcas, la
mayoría están por debajo de 12,5 (cifra fijada por la UE por debajo de
la cual se considera un problema). Por ello, hemos intentado que se revise el artículo
174 del Tratado Fundacional para que se interpreten de otra forma las zonas ultraperiféricas.
Se tiene que modificar el modelo de financiación incorporando el coste de los
servicios básicos.
¿Cómo incide la UE?
- Estamos intentando que en el reparto de los fondos de cohesión se tengan
en cuenta las variables demográficas. Una PAC bien repartida -en esto Aragón
lidera el movimiento- para asentar población podría resolver el problema
en un 50 o un 70 %. Aragón está considerada como región desarrollada
por lo que la cofinanciación es menor y se tendría que compensar.
¿La Estrategia Nacional tendrá presupuesto?
- A mí me gustaría que fuera un documento legislativo para que tuviera
potencia y que concluya que es preciso legislar medidas con su metodología
de aplicación y, en consecuencia, debe tener un reflejo presupuestario. También
me parecerá un avance si concluye que la despoblación debe ser tratada
con fondos específicos que puedan desarrollar las CCAA con las entidades locales.
El Estado debería implicarse más en mejorar la financiación de los
municipios.
¿Pide el empoderamiento de los alcaldes?
- Las entidades locales podrían coadyuvar para hacer políticas.
¿Sus acciones son soluciones a la desesperada?
- Lo ideal es el óptimo ejercicio de las competencias de cada uno. Una de las
cuestiones en esta próxima legislatura será perfeccionar un sistema de
coordinación entre las administraciones implicadas. Hay que legislar teniendo
en cuenta los recursos disponibles y mientras tanto los alcaldes llegan a donde
llegan. La mayor despoblación ha coincidido con el mayor nivel de servicios.
Pero faltan oportunidades laborales.
- La mejor medicina para fijar población es una buena política de generación
de oportunidades y apostar por cuestiones como la agroindustria y el crecimiento
económico. Pero también hay otras cuestiones importantes porque gracias
al esfuerzo presupuestario y la voluntad política, en Aragón hay abiertas
100 escuelas de entre 3 y 6 alumnos. Se está incorporando la estrategia del
reto demográfico a las políticas de los distintos departamentos.
Piden medidas fiscales especiales. ¿Sería una solución?
- Hay distintos estudios y el Instituto de Estudios Fiscales tiene el encargo para
incorporarlo a la Estrategia. Es bueno que se analice.
La DPH plantea una legislación especial en vivienda y empleo. ¿Es fundamental?
- Tenemos que legislar sabiendo que no es lo mismo una gran ciudad que el medio
rural y sus singularidades tienen que verse como incentivos. Una de las claves,
sin duda, es incorporar el reto demográfico en todas las políticas. El
proyecto que ha iniciado de extensión de la banda ancha al medio rural, coordinado
con el del Gobierno de Aragón, me parece fundamental. Es ya un servicio básico.
¿Tendría que haber un Pacto de Estado?
- La Estrategia Nacional es un pacto de estado, que plasma la voluntad del Estado
con las CCAA y las entidades locales.
¿Urge su aplicación?
- Sí, es urgente para todos, pero es una cuestión de muchas aristas y
de mejorar los servicios básicos. Si por algo se ha caracterizado el Gobierno
de Aragón es por revertir las políticas de recortes del anterior gobierno.
Este es el camino, pero hay que buscar el equilibrio entre las políticas de
generación de empleo, de servicios públicos, de infraestructuras, de generación
de oportunidades… Por eso, la dimensión comarcal para resolver el problema
de la despoblación es muy importante, y Aragón debe aprovechar eso con
los grupos de acción local.
¿Qué le ha llamado más la atención de lo que ha conocido
como comisionado?
- Hace poco estuve en La Guarguera y lo que más me llama la atención es
el coraje de la gente, que está ahí porque les gusta. Obviamente, ninguna
administración puede estar ajena. La Guarguera y muchos otros territorios necesitan
atención.
¿De qué sitio ha pensado que tenía mérito vivir allí?
- De muchos sitios. Soy consorte monegrino y en Monegrillo he pasado muchas horas.
El secano tiene su encanto, pero tiene problemas de desarrollo. Salvo que tengan
una explotación ganadera o tierras poco más se puede hacer allí.
Hace unos años hicieron una zona LIC y hay quien bromea al decir que tuvo interés
comunitario un día.
¿Reclama compensaciones para los territorios con figuras de protección?
- Son necesarias, pero se tienen que equilibrar a la problemática del medio
rural tanto las medidas de protección ambientales como la fiscalidad, la burocratización...
Hemos creado un mamotreto de estructura administrativa. En este sentido, es necesario
dar un paso atrás en aquello que limita al ser humano de capacidad de decidir
dónde quiere vivir aquí.
¿Se está a tiempo de revertir la situación?
- Creo que es posible, precisamente por los ejemplos del coraje de mucha gente que
quiere vivir en el medio rural. Huyo del discurso de la España vacía,
salvo en lo que sirve para colocarlo en la agenda de las administraciones. El discurso
de que las administraciones han abandonado el medio rural es falso y a veces viene
de gente que no ha puesto un pie en el territorio. Creo en el discurseo del orgullo
rural, de los que quieren vivir ahí y saben sus ventajas, pero quieren que
se les facilite. También creo en el discurso del idilio rural, que son los
nuevos pobladores, y las administraciones tienen que apoyar más los programas
cooperativos, alguno desarrollado por los grupos de acción local como el Ceder
Somontano con "Pueblos Vivos". Son programas que debemos impulsar y exportar.
Hubo un tiempo en que se denostó el medio rural, ¿cree que ese orgullo
es importante para el cambio?
- Sí, los que tenemos pueblos sentimos un especial orgullo y ya no se mira
con desprecio el medio rural. Si queremos proteger la biodiversidad es muy importante
el ser humano. Y si abandona el medio rural, ya no hay quien proteja la biodiversidad.
Es la pescadilla que se muerde la cola. No puede ser que el ser humano salga del
territorio y para ello es muy importante el empleo.
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