Esta vecina de San Lorenzo del Flumen ha montado un obrador de pastelería innovadora
ELENA PUÉRTOLAS 13/07/2019
HUESCA.- Mucha gente se quedaría en el medio rural, pero el problema
es el trabajo", apunta la emprendedora monegrina Lucía Usieto. Por ello,
tras quedarse sin empleo, decidió crear su propio puesto de trabajo haciendo
lo que más le gustaba y tras detectar la falta de un producto en el mercado
que ella mismo necesitaba: pastelería para celiacos. Dulces La Replazeta, que
se puso en marcha el pasado mes de abril, ha dado otro aroma al día
a día de San Lorenzo del Flumen, su localidad natal, donde ha construido
su obrador con dos zonas diferenciadas para elaborar los productos adecuados
a la citada intolerancia, pero también los convencionales para llegar a todo
el mercado.
"Cuesta mucho al inicio, pero estoy muy contenta", asegura unos meses después
de abrir las puertas de su negocio, del que este diario ya informó. Funciona
sobre todo con pedidos por teléfono e internet pero, además, su objetivo
es crear una red de establecimientos que vendan sus productos y hacer la distribución
unos dos días a la semana. Y es que es consciente de que una pastelería
en San Lorenzo del Flumen no puede ser rentable solo con las ventas a los vecinos.
Ofrece gallegas, cookies, pastas de té, cupcakes o bizcochos para el día
a día y para los festivos tartas de varios pisos con inspiración americana.
De este modo, ella ha podido cumplir su sueño de trabajar a sus 38 años
en su localidad natal, adonde llegaron como colonos sus abuelos, tanto paternos
como maternos, cuando sus padres eran niños. "Me he criado aquí en
San Lorenzo del Flumen pero después, por trabajo, estuve dando vueltas -Huesca,
Bielsa, Baqueira-Beret- y quería volver a mi zona, a los Monegros",
explica Lucía Usieto, que también trabajó siete años en Sariñena
hasta que se quedó en el paro y decidió emprender al no encontrar empleo.
"Como soy celiaca y me gustaba la pastelería, llevo diez años haciendo
pruebas porque tartas buenas para celiacos hay muy pocas", explica. Además,
se tituló en la Escuela de Hostelería de Huesca. Así que decidió
comprar una casa en San Lorenzo del Flumen, de la típica tipología
de pueblo de colonización, que ha reformado por completo para hacer el obrador.
Para la puesta en marcha de su negocio,
ha contado con las ayudas Leader que gestiona el Ceder Monegros. "Estoy
muy contenta porque hay proyectos que si no fuera por estas ayudas no saldrían
adelante y son muy importantes para nuestro territorio", explica Lucía
Usieto. Con todo, desde que se planteó abrir el negocio han pasado dos años
y, por ello, cree que el papeleo se podría simplificar.
Y piensa en el asentamiento de jóvenes que, como ella, quieren seguir en su
pueblo. "En estos últimos años se han ido quedando bastantes familias
que se han hecho casa, pero también hay muchas que se han tenido que ir
por el trabajo. Eso es lo más delicado", indica. Para ella las ventajas
son claras: "Mucha tranquilidad, la cercana relación con la gente, que
no es posible en las ciudades; y el espacio". Sin duda, se queda.
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