Lo que hace esta experta en construcción ecosostenible es "revisar la arquitectura tradicional y tecnificarla y transportarla al futuro"
HUESCA.- Àngels Castellarnau dirige Edra Arquitectura km 0, con
sede en Ayerbe. Doctorada en arquitectura natural y sostenibilidad y energía,
llegó a esta profesión, en parte, porque "siempre me ha gustado
mucho el contacto con la materia, trabajar con las manos". Por eso está
como pez en el agua cuando proyecta construcciones a base de tierra, madera, lana
de oveja, paja... Una forma de entender la construcción que le ha dado ya
varios premios, siendo el más importante el Terra Award 2016, de Lyon,
el Premio Internacional de Arquitectura Contemporánea en Tierra Cruda, en la
categoría de vivienda individual, por su casa de tapial de Ayerbe, por la que
también recibió el premio nacional de Construcción Sostenible de
Castilla y León; o el accésit de sostenibilidad y medio ambiente de los
Premios de Arquitectura García Mercadal por una vivienda de madera, piedra
y lana de oveja en el municipio de Gistaín.
Explica que el objeto de sus proyectos de bajo impacto ambiental es provocar
"cambios en las personas, en los agentes que intervienen, en el lugar, a nivel
de material, que todo lo que hagamos o toquemos produzca una mejora en el sitio
a nivel social, ecológico, patrimonial".
Lo que realmente hace Àngels Castellarnau es "una revisión de lo
que tenemos en el lugar a nivel de materiales, a nivel de técnicas; revisar
la arquitectura tradicional y tecnificarla y transportarla al futuro, aprovechando
que esta arquitectura lo que nos aporta es la sostenibilidad de origen total".
El objetivo primero y último, "aunar territorio, material y solución
constructiva".
"Primero, trabajamos con los recursos locales, tanto sociales como materiales,
basado en lo que es la arquitectura de bajo impacto ambiental, que trabajamos con
materiales que están poco manufacturados y que tienen poco transporte y al
ponerlos directamente en la construcción, se reduce significativamente lo que
es el impacto ambiental", lo que está directamente relacionado "con
los indicadores que nos están pidiendo a nivel de Europa y en horizontes 2020
para la reducción del impacto ambiental".
Se trabaja "como se hacía tradicionalmente y mejorando las técnicas,
y la ventaja que tienen este tipo de materiales es que al estar poco manufacturados
y no tener aditivos pueden volver directamente a la naturaleza, y todo lo que es
el ciclo de vida del elemento arquitectónico tiene muy poco impacto". Sus
edificios -añade- "pueden llegar a reducir hasta un 60 % las emisiones
o el impacto ambiental, respecto a los convencionales".
Defiende Àngels Castellarnau que la construcción ecosostenible, "ahora
mismo, sale al mismo precio" que la que mayoritariamente se hace, aunque
afirma que "a futuro, conforme se vaya implementando y conforme todos los agentes,
desde técnicos, constructoras y clientes, se vayan habituando y vaya estando
en el mercado, tenderá a ser más económica, porque por ejemplo en
un edificio de tierra, el 80 por ciento del peso de material que estamos utilizando
es local, y el coste del producto es casi cero o muy bajo".
Esta reducción de costes, no obstante, "nos va a llevar un poquito de
tiempo porque estamos introduciendo las técnicas, estamos formando a las
constructoras y a los clientes y llevará su tiempo, pero esta es la tendencia".
Y sobre si es un sistema de ejecución más rápida que el tradicional,
Castellarnau explica que el que ella propone "es un sistema competitivo,
podemos resolver muy rápido. En algún momento dado podemos compararlo
con un sistema prefabricado, de hecho también trabajamos con prefabricado de
madera". Resalta que el proceso ecosostenible, "a nivel de inicio de
la obra, sí que lleva un trabajo que tiene que ser preciso y que a los
técnicos nos obliga a estar muy pendientes y controlarlo todo muy bien. Pero
a nivel de ejecución, puede ser muy competitivo".
En los últimos años la demanda de este tipo de proyectos se ha incrementado
de tal manera que "ahora mismo tenemos suficiente demanda como para vivir de
ello", y el futuro parece asegurado.
Resalta que, aunque están empezando a tener proyectos para la administración,
la mayoría son de particulares muy diferentes, y cita el caso del Hotel
de 5 estrellas que están realizando en un pueblo del Matarraña turolense,
"y esperemos que éste sea un edificio piloto para otras edificaciones,
que lo que nos falta un poco son ejemplos para que el sistema se acabe de lanzar".
Preocupa especialmente a Àngels Castellarnau "cómo el hombre se desvincula
del territorio, lo que hace que al final no seamos conscientes del impacto que
genera nuestra acción", y añade que el problema de la despoblación
"no lo resolveremos si no podemos dar valor a los recursos o no les damos
alternativa a los recursos que tenemos en el lugar y vamos evolucionando con la
gente y en el lugar".
|